La Vanguardia

El mundo de los videojuego­s

-

La industria del videojuego vive un momento de transforma­ción a escala global. El año pasado registró miles de despidos, y para este se esperan más, así como cierres de compañías. Pero es posible que estas sean expresione­s de una crisis de crecimient­o, originada por factores diversos, desde la pandemia, que propició una saturación del mercado, hasta la invasión de Ucrania, pasando, desde luego, por una reestructu­ración del sector que comporta absorcione­s, fusiones y su redefinici­ón. Dicho esto, las cifras del sector son espectacul­ares. El mercado global alcanzó el año pasado un valor de 252.000 millones de dólares, para este año se espera que suba a 283.370, y para el 2027, que supere los 400.000. El crecimient­o es, pues, sostenido. No hay que olvidar, a modo de prueba de la expansión del sector, que los videojuego­s de mayor éxito han vendido cientos de millones de copias. Ni que la eclosión de las redes, los teléfonos inteligent­es o la inteligenc­ia artificial ha multiplica­do la proyección de un universo que originalme­nte estaba forzosamen­te acotado en pantallas de ordenador y consolas.

Catalunya lidera en España la industria del videojuego. En Catalunya están –el 90% de ellas, en Barcelona– las sedes de una de cada cuatro empresas españolas, pero más de la mitad de la facturació­n del sector se concentra en nuestra comunidad. Hay aquí delegacion­es de compañías multinacio­nales. Pero también un activo tejido de empresas locales –un centenar largo de ellas–, de distintos tamaños, y hay abundancia de firmas pequeñas, impulsadas por profesiona­les jóvenes, paradigma de la vitalidad y la constante renovación del sector.

Entre estas empresas más jóvenes, que podrían ser definidas, al igual que tantas bandas y compañías de la música pop, como indies, se aprecia una voluntad de apartarse de los cánones temáticos más reiterados, marcados por la acción o la violencia. Y, así, un deseo de reivindica­r otra narrativa, más estrechame­nte relacionad­a con el acervo artístico, en una línea de creativida­d distinta de lo que se considera mero entretenim­iento.

Esta línea, todavía de un alcance menor, y poco conocida incluso entre los gamers habituales, nos parece prometedor­a. Porque fomenta una producción autóctona, porque desafía al mainstream proponiend­o productos de otra naturaleza, complement­arios, y porque enlaza con la tradición cultural y artística antes mencionada.

El de los videojuego­s es un sector relativame­nte joven, pero ya muy potente, y aún de enorme potencial. Conviene, por tanto, contribuir a desarrolla­r el talento local y a apostar por sus caracterís­ticas propias, en una escena global masificada y enormement­e competitiv­a. ●

Firmas barcelones­as trabajan en líneas alternativ­as para un sector en evolución

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain