“¡Hemos podido conducir!”
Barcelona aborda una asignatura pendiente enseñando nociones básicas de navegación a más de 7.000 niños de sexto de primaria de 165 colegios con el programa Viu la Vela
Hoy es el turno de los alumnos de 6.º de primaria del colegio Manyanet del barrio de Sant Andreu. Han cambiado la clase por el mar, las mates por el timón.“¡hemos podido conducir!”, grita Aïna, emocionada al poner de nuevo el pie en tierra. Todo son risas y comentarios. Incluso Paola, que se ha mareado, está exultante. “Siempre se lo pasan muy bien; el objetivo es que disfruten de su primer contacto con la vela y el mar... la mayoría nunca ha navegado...”, comenta uno de los monitores del programa Viu la Vela, por el que este curso pasarán 7.000 niñas y niños de 128 escuelas públicas y concertadas de Barcelona.
Día sí y día también las embarcaciones Ludic, de vela ligera colectiva –con seis niños y un monitor a bordo– navegan frente a las playas de Barcelona. Es así como la ciudad aborda una de sus asignaturas pendientes: la falta de contacto de sus ciudadanos con el mar, su clamoroso déficit de navegantes. El programa Viu la Vela, al que la celebración de la Copa del América ha dado un empujón definitivo, pretende cubrir este vacío entre los más jóvenes. “No nos gusta llamarlo bautizo, es más bien una cata, una forma de probar e invitar a seguir”, mantiene Inés Vizcarro, directora de la Federació Catalana de Vela y una de las impulsoras del programa, que arrancó el curso pasado en 37 escuelas, ha seguido este año en 128 centros más y continuará el próximo. Las inscripciones para el curso 2024-2025 acaban de abrirse.
“Viu la Vela seguirá hasta que deje de haber voluntad política. Para nosotros es un programa estratégico. Nos hemos marcado un primer objetivo para llegar a 17.000 niños, pero la intención es continuar”, asegura el concejal de Deportes, David Escudé. De momento, la apuesta municipal se ha traducido en una inversión de tres millones de euros, principalmente para comprar las embarcaciones en las que se imparte la sesión práctica, 32 en total, 28 Ludic y cuatro de vela adaptada para alumnos con discapacidad.
El Ludic está diseñado para poder navegar fácilmente con dos o tres personas, pero pueden ir cómodamente hasta nueve tripulantes. Las nuevas embarcaciones se han repartido entre las cinco escuelas de vela que participan en el programa, las del Reial Club Nàutic de Barcelona, Club Natació Barcelona, Reial
Club Marítim de Barcelona, Centre Municipal de Vela y Barcelona International Sailing Center (BISC), ubicado prácticamente bajo la pérgola fotovoltaica del Fòrum, de donde hoy salen los alumnos del Manyanet.
En esta escuela de Sant Andreu hay tres clases de sexto y se han dividido en tres turnos de dos horas (de 9 a 11, de 11 a 13 y de 13 a 15 horas). “Para ellos es una experiencia muy positiva, salen del aula y descubren un ámbito que la gran mayoría no ha tocado nunca”, dice Eira, una de las tutoras. “¡Ha pasado volando!”, coinciden al salir del velero Roger, Pol y Álvaro, el único que sí había navegado antes: “Veraneamos en Calafell y en verano voy a un casal de mar”, cuenta. “¡Qué suerte!”, añade Pol mientras se quita el chaleco salvavidas obligatorio. Algunos se han puesto también el traje de neopreno, pero es opcional.
En esta sesión práctica de dos horas los alumnos conocen las distintas partes del velero, aprenden a situarse en el medio marino y a controlar el timón. Sin embargo, las primeras nociones antes de salir a navegar las recibieron en su escuela, en una sesión teórica. Entre los profesionales que imparten esta primera clase figuran regatistas como Cristina Pujol, Ricard Castellví o Món Cañellas; el me
El programa se imparte en cinco escuelas de vela y supone una inversión municipal de tres millones de euros
teorólogo deportivo Enric Agud; la jueza deportiva Maggie Alonso, y el director y las coordinadoras Òscar Trives, Farah Mohand y Elena Moreno. “Queríamos enfocarlo de una forma atractiva y dinámica, despertar el interés por la vela, que quieran seguir navegando...”, plantea Inés Vizcarro.
El programa también ha servido para alentar la formación de más de 120 jóvenes barceloneses y del área metropolitana como monitores y entrenadores de vela. “Sin ellos, no podía implantarse el Viu la Vela, que requiere un monitor en cada embarcación”, apunta Escudé. Se activaron becas que cubren hasta la totalidad del curso y se ha abierto una bolsa de trabajo. Tener 16 años y la ESO son los únicos requisitos que se piden. El ciclo (las próximas inscripciones se
La iniciativa ha servido para impulsar la formación de más de 120 jóvenes como monitores
abrirán el próximo mes de abril) se imparte en el mismo BISC y prepara a estos adolescentes para ser monitores de iniciación a la vela y entrenadores de iniciación a la competición en vela ligera y windsurf y también pueden obtener el título de patrón de navegación básica.
“Barcelona ha vivido históricamente de espaldas al mar y con este programa convertimos el litoral de la ciudad en un gran pabellón azul para la ciudad”, insiste el concejal de Deportes. La Copa del América, el Viu la Vela y la promoción de este deporte empiezan a dar algunos frutos: “Hemos tenido un gran número de inscripciones en los casals de Semana Santa de deportes náuticos con vela, paddle surf, windsurf o kayak”, apunta Vizcarro. ●