La moda disco brilla en el Baile de la Rosa
Charlene de Mónaco reaparece 10 años después y Carlota Casiraghi asiste sola
El viaje al pasado comenzaba a las ocho de la tarde en la Salle des Étoiles del Sporting Club de Montecarlo. Todos querían subirse a ese tren que los llevaría directos a la fiesta más esperada de la realeza monegasca: el tradicional Baile de la Rosa. Para esta 68.ª edición, el código de vestimenta permitía a los invitados lucirse con pedrerías, lentejuelas y los tejidos metalizados que vestían las grandes estrellas de la música disco de los 1970 y 1980. Con el foco puesto en la familia Grimaldi pero sin obviar la presencia de la gran jet set internacional, nadie quiso perderse la gran cita del glamur del Principado.
Carolina de Mónaco escogió el negro como color ganador. Un diseño largo de lentejuelas ajustado a la cintura de Lanvin. Su cuñada Charlene de Mónaco fue la más sonriente de la noche vestida con un impresionante mono de manga larga y pernera ancha de Elie Saab cubierto de lentejuelas plateadas. La última vez que la princesa acudió al Baile de la Rosa fue en el 2014, por lo que su presencia fue una de las grandes sorpresas de la noche. Curiosamente, Charlene también provocó un inesperado duelo de estilo con Antonella de Orleans-borbón, esposa actual de Álvaro de Orleans-borbón, primo lejano del rey Juan Carlos. La aristócrata italiana acudió con su hija Eulalia con el mismo diseño de Elie Saab en distinto color y sin los arreglos que la princesa le había hecho al diseño original del diseñador libanés.
Carlota Casiraghi fue la otra gran protagonista de la velada. Todas las miradas estaban puestas en si acudiría o no con su marido actual, Dimitri Rassam, después de que salieran a la luz unas imágenes que supuestamente confirmaban la ruptura con el productor de cine y su nueva relación con el escritor francés Nicolas Mathieu. La hija de Carolina de Mónaco acudió sola con un favorecedor vestido satinado de estética lencera de alta costura de Chanel, firma de la que es embajadora desde hace muchos años.
Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo, cómplices y cogidos siempre de la mano, derrocharon estilo y elegancia a cada paso. La aristócrata y periodista italiana lució un glamuroso vestido de flecos con lentejuelas doradas bordadas de Dior. Pierre Casiraghi optó por un look muy elegante con un traje blanco de chaqueta que contrastaba con la pajarita y los zapatos negros.
La fiesta contó con la presencia española de Agatha Ruiz de la Prada, que fue invitada por una buena amiga que conoce a la jet set monegasca. La diseñadora acudió acompañada por el icónico Christian Louboutin –que asumió la dirección artística del evento tras la muerte de Karl Largerfeld en el 2019– con el atuendo más llamativo de la noche. Un vestido de su firma homónima que presentó en su último desfile en la Mercedes-benz Fashion Week Madrid y que cuenta con numerosos lazos de diferentes tamaños y colores bajo un fondo satinado blanco. Por su parte, el diseñador de los famosos zapatos de suela roja apareció con una divertida peluca de estilo afro y posó al costado de la legendaria Gloria Gaynor, que apostó por un diseño negro que contrastaba con lentejuelas plateadas. Por último, Alejandra de Hannover y su pareja sentimental, Ben Sylvester Strautmann, posaron juntos vestidos totalmente de negro.