El Barça ahoga sus penas en Badalona
Los blaugrana imponen su ley ante un Joventut que pareció agotado tras el descanso
Ahogó sus penas el Barça en Badalona, meca en la que rubricó una semana en la que se ha complicado la vida en la Euroliga pero en la que coge aire en la Liga Endesa, donde tiene a cuatro equipos pisándole los talones a un solo triunfo. La ventaja de campo en los playoffs domésticos y europeos va a estar igual de cara y el equipo de Grimau ya no puede despistarse más. No lo hizo ayer ante un Joventut que plantó cara hasta que le duraron las fuerzas, dando un paso atrás en sus aspiraciones de luchar por el título.
Comenzó el derbi con las emociones a flor de piel tras un precioso homenaje del Joventut a sus ex, hasta tres en la filas del Barça. Se llevó el hijo pródigo Ricky Rubio la mayor ovación en su regreso a Badalona, con Laprovittola también admirado y con algunos pitos para Joel Parra, con la herida de su salida aún tierna. Salió más brioso el Barça, que empezó poniendo la directa en su intento por ahuyentar fantasmas. Con un rival regado de juventud – dos teenagers en su quinteto–, los blaugrana pusieron velocidad de crucero y dos tiros libres de Jabari Parker subían el 6-15 (minuto 7).
Mermada por las bajas, con la de Ante Tomic de última hora por la muerte de su padre, la Penya aterrizó en el Olímpic con la entrada de Evans, que dirigió el ataque, y Guillem Vives, que apretó en defensa, y empezó recortar desde ahí. Ya en el segundo cuarto, Cook situaba el empate a 28, culminando un parcial de 10-0 que hacía explotar los 12.193 espectadores que llenaron el Olímpic. Era precisamente el de Saint Louis el que poco después rubricaba la primera ventaja verdinegra de la tarde (34-33) hurgando en el delicado estado anímico de su rival. En ese tramo Vesely regaló su tercera falta y se fue al banquillo. Ni el checo ni Hernangómez (2 puntos entre los dos al descanso) estaban nada cómodos y optó Grimau por sentarles y poner a Da Silva como solución de emergencia. Con ese quinteto más bajito y con el carácter de Jabari Parker se levantó el Barça para irse a vestuarios con ventaja.
Esa ventaja le dio alas porque salió en tromba tras el descanso, con Brizuela ataviado con la capa de héroe. Había sido la mamba vasca de lo poco rescatable de la derrota de Estambul, pero se quedó sin jugar en Atenas (?), recuperando en Badalona su espíritu indomable para liderar al Barça en su destrozo del marcador. Se le unió un Vesely más asentado y cómodo, firmada por el checo la máxima en la última jugada del tercer cuarto (55-70).
No ofrecía respuesta la Penya, a la que le faltaba una brizna de liderazgo sobre el parquet más allá de los puntos de Brodziansky y alguna acción de Feliz, entregando definitivamente las armas ante los triples de Abrines, cimentada así la máxima del duelo (7193). Eso sí, cayó con el honor de dar minutos al imberbe Platteeuw (16), capaz de poner un tapón a Hernangómez y anotar en pocos segundos para jolgorio de su afición.
El Barça ahogaba sus penas, y el Joventut refrendaba su sello. ●
Una tarde más, Brizuela se puso la capa de héroe para liderar al Barça en anotación
Tomic fue baja de última hora por la muerte de su padre y la Penya se quedó sin recursos