ICL factura 322 millones en España y firma con Salinera Salins para vender sal
La filial española de ICL, el gigante minero que opera la antigua Iberpotash en Súria, resistió el año pasado la caída mundial del mercado de los fertilizantes. La compañía cerró el ejercicio con una facturación de 348 millones de dólares (322 millones de euros al cambio actual), apenas un 5% menos que un año antes, frente a una caída de la facturación del grupo de casi un 25%, hasta los 7.500 millones de dólares. Por otra parte, ICL España dio un importante salto comercial al firmar un acuerdo para vender la sal residual procedente de la extracción de potasa con el grupo francés Salins, empresa con la que ha mantenido importantes disputas en el pasado.
Fuentes de ICL indican que la filial española logró una caída más suave de la facturación por la “fidelización de los clientes” y un mercado local más estable. La compañía tampoco acusó la menor actividad relacionada con el accidente mortal en la mina de Cabanasses, que costó la vida de tres personas y obligó a parar la actividad.
En el capítulo de seguridad, la compañía señala que las inversiones son constantes. “Anualmente se llevan a cabo numerosas acciones con la voluntad de hacer frente a las continuas mejoras en este ámbito, prioritario para la empresa. Con el accidente se intensificaron las medidas en curso”, indican las citadas fuentes. Sin embargo, no se ofrecen datos concretos de inversión. La empresa sí destaca que se han llevado a cabo todo tipo de actuaciones, como formaciones de las personas trabajadoras, pasando por la incorporación de nuevas tecnologías en la mina o la mejora en señalización del complejo, entre otras muchas.
En el aspecto comercial, ICL España firmó un acuerdo con Salinera Salins, filial del Groupe Salins para comercializar sal de especialidades. “Se trata de un producto de alta pureza destinado a la alimentación humana y animal y al tratamiento de aguas”, comenta la empresa.
ICL comercializaba hasta el momento el producto, pero hacía años que la empresa buscaba un socio. De hecho, el grupo israelí mantuvo una alianza con la neerlandesa Akzonobel del 2014 al 2018, pero ambas compañías rompieron el acuerdo, que dejó de ser efectivo en el 2020. ●