Las grandes marcas advierten que el empaquetado genérico favorece la falsificación
Andema denuncia que la medida desincentiva la competencia empresarial
La Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) asegura que la implementación del empaquetado genérico en la comercialización de productos acaba favoreciendo la falsificación y el mercado negro. La organización ha realizado un informe para analizar las consecuencias de una medida que supone igualar la competencia, lo que perjudica a todos los eslabones de la cadena de producción.
La inquietud de Andema nace del anuncio del Ministerio de Sanidad de implementar la medida en el tabaco, aunque la asociación teme que la estrategia se pueda extender a otros sectores. “Una vez que el empaquetado genérico es una realidad en 22 países del mundo, podría existir una tendencia a extender estas limitaciones en el marketing de otros sectores, en concreto en el ámbito de la alimentación y bebidas”, indica el documento.
En este sentido, la asociación apunta que muchos países, tanto europeos como latinoamericanos, están instaurando medidas que limitan la promoción de productos de consumo. Andema señala dos ejemplos. En noviembre del 2020, el Gobierno del Reino Unido anunció planes para limitar las acciones de marketing de productos de alimentación y bebidas y una prohibición total de la publicidad en línea de productos con alto contenido de grasas, sal o azúcar. Recientemente, Irlanda ha presentado una ley con normas para el envasado de bebidas alcohólicas para su aplicación en el 2026.
El empaquetado genérico consiste en eliminar todos los signos visuales del envase y sustituirlos por un color neutro y el nombre de la marca en tipografía estándar de tipo reducido. Andema asegura que esta medida impide a las enseñas desempeñar sus dos funciones básicas: la identificación del producto y la diferenciación de la competencia. Sanidad asegura que de esta manera se reduce su atractivo.
El informe de Andema sostiene que la medida va en contra del esfuerzo realizado por las empresas en su construcción y en los valores empresariales que están detrás de la misma. Por otra parte, el estudio indica que la estrategia puede tener un efecto contrario ya que se difumina la información y la reputación asociadas con la enseña, lo que convierte el producto en un básico.
El documento indica que este tipo de medidas tiene un impacto negativo en las empresas, pero también en sus productores de materias primas, fabricación, operadores logísticos o empleados, entre otros. Además, también afecta a los proveedores de servicios asociados a la gestión y la difusión de la marca, como las agencias de publicidad y marketing o los medios de comunicación. “Se produce así un empobrecimiento a lo largo de la cadena de valor que perjudica a todos sus eslabones”, afirma.
A nivel jurídico, el catedrático emérito de Esade-url y director científico del Centro de Estudios de Andema, Jordi Montaña, señala que esta medida vulnera los derechos relacionados con la propiedad industrial reconocidos por la legislación española en la ley 7/2001 de Marcas, lo que puede acarrear su caducidad por incumplir los requisitos mínimos de utilización, y en la ley 3/1991, de Competencia Desleal, al favorecer la confusión entre empresas competidoras.
Andema indica que la experiencia del empaquetado genérico en Australia, Francia y el Reino Unido no es positiva porque no ha cumplido su objetivo de reducción de la prevalencia del consumo de los productos en el objetivo, pero ha supuesto una banalización del consumo al convertirlos en commodities y ha favorecido el comercio ilícito de falsificaciones (se calcula un incremento de entre el 20% y el 30%).
La organización, que tiene entre sus asociados a empresas como Adidas, Adam Foods, Chanel, Bimbo, Mesa del Tabaco, Isdin, Puig, Renfe o Telefónica, recuerda que las falsificaciones son un grave problema social, que provoca destrucción de empleos –más de 53.500 puestos al año, solo en España–, pérdida de ventas y de inversión y causa un daño a la economía nacional de más de 6.700 millones de euros. ●
La medida consiste en eliminar los signos visuales del envase poruncolor neutro con el nombre de la marca en tipografía estándar