El halcón peregrino consolida sus refugios urbanos
Hace 20 años nacieron en Barcelona las primeros polluelos tras su desaparición de la ciudad
El nido de halcones de Realia, en l’hospitalet de Llobregat, situado frente a la Fira de Barcelona, ha registrado hace unos días el primer nacimiento de un polluelo en esta primavera. El hecho ocurre cuando se cumplen 25 años de la reintroducción de esta especie en el área metropolitana de Barcelona y 20 del nacimiento de la primera cría en la capital catalana. La favorable evolución de sus poblaciones confirma la aclimatación de los halcones a los hábitats urbanos, donde encuentran las presas y los edificios atalaya que les sirven de refugio.
Tras su extinción a principios del siglo XX, los halcones criaron por primera vez en Barcelona en el 2004. Entonces nacieron dos parejas: una en el acantilado de Montjuïc y otra en la torre Macosa (Diagonal Mar). Desde entonces no han dejado de criar en sus nuevos hábitats urbanos. El resultado es que el área de Barcelona cuenta con once parejas nidificantes, a las que habría que sumar la presencia de otras cuatro más que no se reproducen por falta de un sitio adecuado.
A lo largo de estos años, en el área de Barcelona han nacido 230 polluelos, algunos de los cuales son los ejemplares reproductores de parejas que ahora crían en la ciudad. Sin embargo, también se han identificado aves nacidas en Benidorm, Tarragona, València o Sagunt.
El seguimiento que efectúa Eduard Durany, de Galanthus, ha permitido detectar un incremento de las parejas en el área de Barcelona a partir del 2017. Se ha pasado de un máximo de cuatro parejas en el peroodo 2003-2016 a once en la actualidad, con un incremento del 200% en los últimos cinco años respecto a los 13 anteriores. “El importante incremento de las poblaciones de palomas en el área de Barcelona a partir del 2017 podría tener relación con esta situación”, dice Durany.
¿Y dónde anidan? De las once parejas, ocho crían en Barcelona: en la Sagrada Família, Diagonal Mar (en el edificio de la Conselleria de Benestar i Família), la torre Jaume I (teleférico del puerto), el hotel Ibis Meridiana, el edificio de la Escola d’enginyers Industrials (en la zona universitaria de la Diagonal), el puerto de Barcelona (en los silos de Ergransa), la torre Foster de Collserola y en el acantilado de Monjuïc. Otras dos crían en l’hospitalet de Llobregat (edificio Realia frente a la Fira de Barcelona y en el hotel Hyatt Regency Barcelona Tower). Y, finalmente, una más se encuentra en Sant Adrià de Besòs, en la antigua central térmica.
El control de las aves es continuo y estricto; es una tutela que permite hacer un asistencia inmediata. Por ejemplo, el pasado año, la hembra de la torre de Jaume I abandonó la puesta por falta de atención del macho, que tiene dos hembras. “Los huevos de este nido se retiraron y se incubaron artificialmente en un centro de cría. Y, una vez nacieron los pollos, se devolvieron al nido del padre y la otra hembra, que solo tenían un pollo” en el nido (en el puerto).
A lo largo de estos años se han identificado 1.030 presas de los halcones correspondientes a 53 especies diferentes, lo que revela la variedad de la que se compone la dieta del halcón en el entorno urbano de Barcelona. En verano y el invierno, las palomas, las tórtolas turcas, las cotorras y los estorninos son las presas más habituales. Y en primavera y otoño se incrementa de forma muy importante la presencia de aves migratorias. La especie más habitual es la paloma ( Columba livia domestica), que representa el 40% de las presas identificadas.
No obstante, la presencia de la tórtola turca ( Streptopelia decaocto) en la dieta del halcón se ha incrementado en los últimos años en paralelo a su expansión, y ya supone el 19%. La cotorra argentina ( Myiopsitta monachus) constituye el 10% del total de las presas identificadas. Además, presas difíciles de ver en la ciudad aparecen en la dieta de los halcones: la
A lo largo de estos años han nacido 230 ejemplares y algunos son hoy reproductores
codorniz ( Coturnix coturnix), la becada ( Scolopax rusticola), la avefría ( Vanellus vanellus) o la oropéndola ( Oriolus oriolus).
Los halcones fueron reintroducidos en el ámbito urbano entre 1999 y 2003, cuando fueron liberados ejemplares en Barcelona, Tarragona y Girona. La primera pareja que crio lo hizo, en el 2003, en Tarragona, donde coincidieron un macho liberado en Tarragona en el 2001 y una hembra liberada en el puerto de Barcelona en el 2002. En el 2003 criaron en las chimeneas de la térmica del Besòs antes de hacerlo en Barcelona.
En todos estos años, Galanthus ha continuado realizando las tareas de seguimiento. Estos trabajos consisten en el control de los nidos de Barcelona y de otras ciudades, colocación de cajas nido, anillamiento y marcaje de los pollos nacidos y difusión y sensibilización ambiental. Para ello cuenta con la colaboración económica y material del Ayuntamiento de Barcelona, el puerto de Barcelona y la empresa Anticimex. ●