La Vanguardia

“La comida es un arma geopolític­a de Putin”

- Eusebio Val

Stéphane Madaule, experto en el mercado mundial de cereales, avisa sobre una realidad de la que se habla poco, la transforma­ción de Rusia en una potencia exportador­a de grano en los últimos cuarenta años. Este factor ayuda a explicar la política de Vladímir Putin, no solo respecto a Ucrania, sino en ¡frica. Madaule, profesor de Economía en la Escuela de Altos Estudios Internacio­nales y Políticos (HEIP) de París, subrayó en una entrevista con La Vanguardia que “la comida es un arma geopolític­a para Putin” y “refuerza su ambición de potencia”.

La guerra de Ucrania incluye una dimensión agrícola y alimentari­a. ¿Cuán importante es este componente?

Cuando el puerto de Odesa, en el 2022, se cerró a la exportació­n de cereales ucranianos con destino al mundo entero, la comunidad internacio­nal se dio cuenta con rapidez de que el precio de las materias primas agrícolas de base aumentaban fuertement­e y que hacía peligroso, si no imposible, el aprovision­amiento de los países más vulnerable­s en materia de dependenci­a alimentari­a. El conflicto ruso-ucraniano, pues, no solo tenía graves implicacio­nes en el plano energético, en especial para Europa, muy dependient­e del gas ruso, sino para el mundo entero en el ámbito agrícola y alimentari­o. Las exportacio­nes rusas y ucranianas representa­n hoy, con 400 millones de toneladas al año, una cuarta parte del mercado mundial de cereales. Ningún otro gran exportador era capaz de sustituir esta oferta rusa y ucraniana, que alimenta tradiciona­lmente a países muy solventes, como China, y también a otros menos solventes, como los del ¡frica del norte, la parte subsaharia­na y Egipto.

En un reciente artículo, usted ponía énfasis en que Rusia ha pasado de ser el primer importador mundial de cereales, hace cuarenta años, en tiempos de la Unión Soviética, a ser uno de los cinco grandes exportador­es. ¿Por qué ha sido así?

Efectivame­nte, en los años ochenta del siglo pasado Rusia era un importador estructura­l de cereales venidos de Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia y Argentina. En esa época, esos cinco países exportador­es dominaban el mercado. Desde la llegada de Putin al poder en el 2000, Rusia se ha esforzado en reducir la dependenci­a del mercado mundial aumentando su propia producción.

Le ayudó la menor necesidad de cereales destinada al consumo animal, lo que liberó automática­mente excedentes para la exportació­n. Esa política funcionó tan bien que el país no solo se convirtió en autosufici­ente, sino en exportador neto.

¿Las explotacio­nes se han gestionado mejor, con una mayor productivi­dad?

Así es, los resultados son mejores. Rusia ha modernizad­o sus explotacio­nes y ha habido grandes inversione­s, rusas y extranjera­s, también en la cadena logística dirigida a la exportació­n. Las estadístic­as del Consejo Internacio­nal de Cereales lo atestiguan: 65 millones de toneladas en el 2000, 135 millones de toneladas en el 2017. En el futuro, gracias al cambio climático, no se excluye que haya nuevas oportunida­des para la siembra de cereales en zonas afectadas por el calentamie­nto, lo que aumentará la producción y las exportacio­nes.

¿El cambio climático tiene todavía mucho potencial para que crezca la producción en Rusia, más que en países como Canadá, por ejemplo?

Es difícil estimar los efectos que tendrá el cambio climático sobre la producción cerealista en Rusia y en Canadá, pues no sabemos el nivel de aumento de las temperatur­as. Sin embargo, sí sabemos que el calentamie­nto modifica la geografía de los cultivos y que las regiones muy frías donde el clima se atempera ofrecen oportunida­des nuevas. Canadá y Rusia son algunos de los países que pueden beneficiar­se. Pero cuidado, esas regiones que estaban bajo el hielo o que sufrían un frío extremo pueden convertirs­e en vectores de transmisió­n de nuevos virus cuyas consecuenc­ias para el hombre y para la naturaleza son imprevisib­les.

De todos modos, imagino que no volverán aquellos tiempos en que había siempre cargueros rusos fondeados en el puerto fluvial de Rouen, en el Sena, para pro

Estrategia La ayuda alimentari­a rusa refuerza la ambición de potencia de Putin”

Oportunida­d “El cambio climático da nuevas oportunida­des para el cultivo de cereales en Rusia”

veerse de cereales.

No, eso se acabó, salvo que Rusia se hundiera económicam­ente, en concreto, su agricultur­a. Rusia se ha convertido en un exportador estructura­l de cereales, es autosufici­ente y capaz de exportar cada año millones de toneladas. Hasta ofrece ayuda alimentari­a a ciertos países africanos.

¿El expansioni­smo geopolític­o ruso que vemos en África, como en Mali, Burkina Faso, Níger y República Centroafri­cana, se ve fortalecid­o por esta nueva arma alimentari­a?

Exacto. Rusia no solo se presenta con capacidad para apoyar la seguridad del territorio en algunos países de esta zona del mundo, y no solo es capaz de suministra­r energía a buen precio. También puede alimentar, en parte, las ciudades africanas en crecimient­o demográfic­o exponencia­l. En los años ochenta del siglo pasado, era

Francia la que suministra­ba cereales a los países que usted citaba. Los vendía o los regalaba como ayuda alimentari­a. Por tanto, en el plano geoestraté­gico el cambio es radical. Rusia ve reforzarse su influencia en los países africanos y, en general, en los países del sur que buscan un liderazgo no occidental. La comida es un arma geopolític­a para Putin. El arma alimentari­a es un aspecto clave de su ambición de potencia. Una victoria sobre Ucrania no haría sino reforzarlo.

¿Serán un problema grave a largo plazo para la agricultur­a ucraniana los bombardeos masivos, los millones de proyectile­s caídos, los campos de minas?

Va a ser, en efecto, muy largo, difícil y costoso desembaraz­arse de todo ese arsenal.

¿Las provincias ucranianas anexionada­s por Rusia son especialme­nte fértiles? ¿Forman parte de las llamadas tierras negras? Sí, son ciertament­e buenas tierras, pero no más que las tierras cultivadas en la periferia de Odesa o alrededor de Kyiv.

¿Una eventual adhesión de Ucrania a la Unión Europea tendría un fuerte impacto en el sector agrícola?

Sí, porque pondría en cuestión, en parte, el modelo agrícola familiar de la UE, que entraría en competenci­a con las explotacio­nes de varios miles de hectáreas. Provocaría un aumento vertiginos­o de la producción cerealista de la UE, en competenci­a directa con los países del este, como Polonia, que ya se queja. Las exportacio­nes sin aranceles de Ucrania hacia la UE desde el inicio del conflicto son una de las causas del malestar agrícola que sufrimos en muchos países europeos. ●

Palancas en África Rusia no solo ofrece seguridad y energía, sino que puede alimentar a la gente”

Cambio radical “Antes Francia vendía o daba cereales a los países africanos; ahora lo hace Rusia”

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Eu bi Va Madaule, profesor en la prestigios­a Escuela de Altos Estudios Internacio­nales y Políticos de París

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