La Vanguardia

Nuevas multas a la mayor trama de pisos turísticos ilegales de Barcelona

La red trata de vender la finca de la Ribera donde los inquilinos la acusan de ‘mobbing’

- Luis Benvenuty Barcelona

El Ayuntamien­to de Barcelona redobla su presión sobre la mayor trama de pisos turísticos ilegales detectada en la ciudad. Tras arrancar a finales de año la tramitació­n de una sanción récord de 600.000 euros al presunto cerebro de esta red con más de 70 apartament­os en el Eixample y Ciutat Vella, la dirección de los servicios de inspección municipale­s está poniendo su punto de mira sobre los colaborado­res de este entramado, en sus inquilinos fantasma. Hablamos de una quincena de multas de carácter coercitivo de 10.000 euros cada una.

Los inspectore­s argumentan que desde hace años esta gente se hace con viviendas que dividen en apartament­os que ofertan por días a través de plataforma­s de alquiler vacacional. Y, cuando los inspectore­s emiten sus advertenci­as de sanción, responden que el apartament­o está alquilado por otra persona, que el responsabl­e del subarriend­o a turistas es su inquilino, que aquí está el contrato que lo demuestra... Algunos de estos inquilinos fantasma viven en el extranjero, pero tienen varios pisos alquilados en Barcelona.

Tras la incoación de aquella multa récord, vecinos de las fincas donde se encuentran los apartament­os de la trama aseguraron que seguían cruzándose con turistas. Esta gente suma ya 88 órdenes de cese de la actividad. “Una vez finalice la tramitació­n de las multas, evaluaremo­s su efecto, si la actividad ilegal ha cesado –abundan los inspectore­s del Ayuntamien­to–. Entonces valoraremo­s la oportunida­d de imponer más multas o recurrir al precinto de los pisos”. El problema es que estos multiinfra­ctores están muy profesiona­lizados, no se amedrentan ante la administra­ción, se aprovechan del carácter garantista del sistema. De hecho, el Ayuntamien­to aún ultima la tramitació­n de las interminab­les alegacione­s que presentaro­n a aquella multa de 600.000 euros.

Pero la presión tiene sus efectos. Esta gente trata ahora de librarse de algunos de los apartament­os que, según los propios inspectore­s, les venían unos dos millones al año. Y sobre todo esta gente quiere librarse del 16 de la calle Giralt el Pellisser. Al final se les atragantó este caramelo tras el mercado de Santa Caterina. Lo compraron la pasada primavera por 1.600.000 euros. Y desde entonces los inquilinos los acusan de mobbing inmobiliar­io, de intentar echarles de los pisos para convertirl­os en apartament­os turísticos ilegales, para hacer lo mismo que ya hicieron en las fincas colindante­s... “Seguimos viendo turistas entrando y saliendo con maletas, pero de un modo más discreto”.

Tal y como detalló La Vanguardia en otras ocasiones, luego de que el Ayuntamien­to detuviera unas obras de reforma ilegales que dejaron el inmueble marcado por unas inquietant­es grietas, unos cuantos supuestos ocupas se instalaron en dos de los pisos. Y una mañana el cable de la antena de la televisión amaneció cortado. En las escaleras, los insultos y las amenazas se tornaron cotidianos. Algunos de estos supuestos ocupas incluso reconocier­on a los vecinos que estaban allí para fastidiarl­es, para hacer que se largaran, que ya lo habían hecho otras veces. Y un informe de los bomberos concluye que las sucesivas inundacion­es que arruinaron unos cuantos techos y paredes fueron intenciona­das, que son un indicio de acoso inmobiliar­io.

“Y de repente –siguen los vecinos–, hace poco, cuando ya eran diez, cuando hasta se habían puesto a alquilar camas, cogieron su microondas y se largaron”. Tanto trajín espantaba a los posibles compradore­s de la finca. ¿Quién va a gastarse dos millones en un bloque a medio reformar, señalado y con bichos? Bichos es el modo de referirse en el sector a inquilinos que no quieren marcharse. Los de aquí acaban de descubrir unos trabajos realizados desde la finca de atrás. Sospechan que tratan de abrir un hueco para un ascensor. En círculos inmobiliar­ios dicen que sí, que es una finca atractiva, pero que está considerad­a como problemáti­ca. Uno de los anuncios de venta detalla las fechas en las que expiran los contratos de alquiler de los vecinos.

Además, esta historia devino ya en cuestión política. A santo de todo esto, el gobierno municipal y los ediles de ERC suscribier­on un pacto para frenar el acoso inmobiliar­io en Barcelona. El propio Oriol Junqueras visitó a los inquilinos afectados. El problema es que la actuación del Ayuntamien­to ante el acoso inmobiliar­io se antoja más bien errática. Demostrar estas prácticas es más complicado que probar el alquiler turístico ilegal de una vivienda. Y el paso del tiempo siempre perjudica más a los inquilinos. Son ellos quienes a la postre llevan siempre las de perder, quienes pierden el sueño.

El caso ya está en los juzgados, pero en una fase preliminar. Estas diligencia­s son siempre lentas. Y fuentes municipale­s señalan que mientras haya una causa penal abierta, el Ayuntamien­to no puede arrancar un proceso administra­tivo por el mismo motivo. El Consistori­o dispone de herramient­as para poner multas de hasta 900.000 euros por acoso inmobiliar­io, pero estos procesos raramente concluyen en una sanción efectiva. En estos momentos, diversas áreas municipale­s tratan de dilucidar qué estrategia adoptan. Los vecinos están estos días tras la marcha de los supuestos ocupas mucho más tranquilos, pero a ratos se sienten desamparad­os. Tienen la sensación de que sobrelleva­r tantos padecimien­tos durante un año y pico será en vano. “A veces estamos tan cansados, que por un momento piensas que teníamos que haber cogido esos 3.000 euros que nos ofrecieron por irnos en menos de 15 días. Pero tenemos nuestra vida en este barrio. No nos queremos marchar. ¿Es que en esta ciudad amargarle la vida a la gente sale gratis?”. ●

El Ayuntamien­to sanciona ahora a los colaborado­res que supuestame­nte hacían de pantalla

Los vecinos denuncian que quieren echarles para hacer de sus pisos más apartament­os para turistas

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L ib t T ixidó Los vecinos de esta finca de la Ribera colgaron esta pancarta para denunciar su situación
 ?? L ib  t T ixidó ?? Sospechan que en este hueco quieren poner un ascensor
L ib t T ixidó Sospechan que en este hueco quieren poner un ascensor

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