Grifols inicia la negociación para refinanciar su deuda
El grupo afronta vencimientos de 2.800 millones en el 2025
El grupo farmacéutico Grifols anunció ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNVM) que ha empezado las negociaciones para refinanciar sus emisiones de deuda que vencen el año 2025, uno de los puntos que ha centrado en las últimas semanas las preocupaciones de los mercados financieros y que llevó a firmas de rating como Moody’s, S&P o Fitch a rebajar su calificación crediticia.
La firma catalana explicó a la CNMV que “está trabajando activamente para emitir deuda senior garantizada ( senior secured notes), cuyos fondos, en caso de éxito, se destinarán a refinanciar deuda no garantizada ( senior unsecured notes) con vencimiento en 2025”, sin detallar el importe de los bonos que plantea emitir.
El presidente de la empresa, Thomas Glanzmann, ya anunció en la última conferencia con analistas en la presentación de resultados que la firma deseaba cerrar esta refinanciación en el primer semestre de este año.
La compañía explicó también que sigue avanzando en el cierre de la venta del 20% de su participada china Shanghai RAAS al grupo Haier, y aseguró que los ingresos, de 1.800 millones de dólares (unos 1.600 millones de euros) los destinará a reducir su deuda garantizada. La empresa, que desde el 1 de abril dirige Nacho Abia, confirmó que prevé que esta transacción se cerrará en la primera mitad del año 2024, conforme a lo planificado.
Según los datos de la agencia de calificación S&P, en el primer semestre de 2025 el grupo se enfrenta al vencimiento de dos emisiones de bonos, por un total cercano a los 1.840 millones de euros. La primera, que vence en febrero, tiene un importe pendiente de 840 millones de euros en bonos garantizados, y otra de 1.000 millones de euros en pagarés no garantizados vence en mayo. Según Moody’s la compañía tiene además deuda corriente (con vencimiento menor a un año) por unos 1.000 millones de euros.
Grifols cerró el ejercicio de 2023 con una deuda financiera neta de 9.420 millones, que subió ligeramente respecto a los 9.191,3 millones de 2022. Paralelamente ha visto reducirse el flujo de caja libre disponible para atenderla, por la necesidad de rehacer sus stocks tras la caída de las donaciones que sufrió durante la pandemia y por los gastos comprometidos en la apertura de centros de plasma, en I+D y en la subida de los tipos de interés.
Así, según explicó la firma a la CNMV, aunque el beneficio operativo o ebitda que prevé generar este año es de más de 1.800 millones de euros, estos compromisos absorberán todo el flujo de caja libre que generará el grupo este año, de 900 millones de euros.
La bolsa acogió inicialmente con subidas la iniciativa de Grifols de acelerar la refinanciación de su deuda, al reducir un importante factor de incertidumbre, pero la acción cerró finalmente con una caída del 3,6% , afectada por las expectativas de que se retrasen las bajadas de tipos, sobre todo en Estados Unidos. La compañía acumula una caída en bolsa del 36% desde el ataque del fondo buitre Gotham City Research, pese haber subido un 32% desde los mínimos. ●
La firma destinará los 1.600 millones de la venta de Shanghai Raas a amortizar deuda garantizada