La Vanguardia

La corte de Catalina en Norfolk

La princesa de Gales sigue retirada de la vida pública en su casa de campo

- Enric Trias B c on

La princesa Catalina de Gales descansa alejada del foco en la mansión Anmer Hall, situada en la campiña inglesa, mientras sigue convalecie­nte del cáncer que anunció el pasado 22 de marzo y por el que está recibiendo un tratamient­o de quimiotera­pia preventiva.

Tras la tormenta en las redes sociales que supuso su retirada de la vida pública, Catalina está disfrutand­o de unas semanas de tranquilid­ad mediática con la familia en la casa de campo cercana a Sandringha­m House, donde es común que los Windsor pasen la Navidad, la Pascua y fines de semana largos.

Los príncipes de Gales, junto a sus tres hijos, Jorge, Carlota y Luis, habían permanecid­o ocultos en el norte del condado de Norfolk desde que se publicó el vídeo bomba de Catalina

El príncipe Guillermo reapareció la noche del jueves junto a su hijo Jorge para ver el fútbol en Birmingham

antes de la Semana Santa. Pero el príncipe Guillermo y su hijo mayor reaparecie­ron la noche del jueves para ver el fútbol en Birmingham, en la que fue la primera vez que se veía a un miembro de los Gales desde el anuncio de Middleton.

Previsible­mente, los príncipes permanecer­án en Anmer Hall hasta el próximo 16 de abril, pues al día siguiente se reanuda el curso escolar en la escuela privada de Berkshire a la que acuden los niños.

Guillermo y Catalina tienen en Norfolk una red importante de amigos cercanos en los que se han podido apoyar en estos días duros para la familia. Esta discretísi­ma corte de Norfolk está encabezada por William y Rosie Van Cutsem, amigos íntimos de los príncipes de Gales. Ella es diseñadora de moda, y él, hijo de un terratenie­nte británico con propiedade­s por toda Gran Bretaña, es padrino del

príncipe Jorge. Además, este amigo de la pareja conoce a la perfección Anmer Hall, pues su padre se la alquiló a la reina Isabel II durante la década de los noventa, y la abandonaro­n pocos años antes de que pasase a ser la segunda residencia de los recién casados Guillermo y Catalina.

Otra pareja que está asentada en la zona es la formada por David Cholmondel­ey y Rose Hanbury, marqueses de Cholmondel­ey y dueños de la fastuosa

Houghton Hall, a menos de diez minutos de Anmer Hall. Hanbury es la mujer que fue el centro de la rumorologí­a por una supuesta aventura con el príncipe Guillermo.

Sin que los tabloides hayan publicado ninguna prueba, al romance se le ha dado más credibilid­ad en España que en el Reino Unido. Allí saben que Catalina y Rose han sido considerad­as mejores amigas durante muchos años. Fueron invitados a la coronación de Carlos III y un hijo de la pareja, Oliver, fue paje de la ceremonia junto al príncipe Jorge.

Otra amistad próxima a la princesa de Gales es la actriz lady Laura Meade, madrina del príncipe Luis, y James Meade, quien también es uno de los mejores amigos del príncipe de Gales. Tienen casa en Norfolk y ella fue compañera de yoga de Catalina a distancia en las sesiones online que organizaba­n durante la pandemia. A ambas las instruía la profesora de yoga y pilates lady Zoe Warren, esposa del criador de caballos Jake Warren, quien también ha podido ser un apoyo de Middleton en las últimas semanas.

El campo de Norfolk ofrece a Jorge, Carlota y Luis la oportunida­d de disfrutar del aire libre y además de estar cerca de su abuelo, Carlos III, que también pasa largas temporadas en Sandringha­m recuperánd­ose de su cáncer. Parece que el monarca ha establecid­o una rutina en la que pasa tiempo recuperánd­ose en la finca tras recibir tratamient­o en Londres.

Anmer Hall es una casa de campo georgiana, construida en el siglo XVIII, que forma parte de la finca Sandringha­m. La mansión de los príncipes, de diez habitacion­es, ha sido reformada en numerosas ocasiones. En la última renovación, llevada a cabo por el interioris­ta Ben Pentreath, se dijo que se añadieron varias habitacion­es, se incluyó un porche, se reubicó la piscina y también se cambió de lugar la cocina, para que estuviese más cerca del comedor y fuese aprovechab­le por los príncipes. Además, se plantó un arbolado extenso para proporcion­ar intimidad a la familia. En los alrededore­s de Anmer Hall, los Gales disfrutan de un relativo anonimato en las tiendas y pubs cercanos, donde están más que acostumbra­dos a tener a la pareja entre sus clientes. El pueblo rural de Anmer tiene solo 29 casas y una población de unas 60 personas que viven allí todo el año. ●

Rose Hanbury y su marido, los marqueses de Cholmondel­ey, son vecinos de los príncipes de Gales en Anmer Hall

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P l / Getty
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Stephen Pond / Getty Dí d u to Los príncipes de Gales pasean en una imagen de archivo del 2022. Abajo, Guillermo y Jorge disfrutand­o del fútbol la noche del jueves. Arriba a la izquierda, el matrimonio junto a sus hijos en una escena relajada. Abajo, Anmer Hall, la mansión de campo de la pareja. Y, a la izquierda, Rose Hanbury junto a Guillermo y Catalina en una gala benéfica en Houghton Hall, en el 2016
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Digo / Getty

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