La Vanguardia

Un balón de oxígeno inesperado

El giro en la agenda social del Gobierno permite a Sumar presumir de marcar el paso al PSOE

- Asier Martiarena Madrid

Venta de armas a Israel, portazo a la propuesta de incluir el derecho al aborto en la Constituci­ón, ley de Enjuiciami­ento criminal, ampliación del puerto de Valencia... Sumar llevaba varias semanas encajando agravios por parte de su socio de gobierno. La solicitud de explicacio­nes y la interposic­ión de quejas formales a los ministros del PSOE copaban las intervenci­ones de los lunes de su portavoz, Ernest Urtasun, a quien las propuestas en positivo para equilibrar la balanza empezaban a escasearle en su argumentar­io. De hecho, nada hacía sospechar que esta semana que termina fuera a ser diferente. Pero lo ha sido.

De una tacada, asuntos abanderado­s por Sumar como el reconocimi­ento del Estado de Palestina – que Pedro Sánchez ha colocado en el epicentro de su estrategia geopolític­a para distanciar­se del caso Koldo–, la supresión del conocido como visado de oro –como acceso de las élites extracomun­itarias al visado de residencia a cambio de invertir en activos inmobiliar­ios o financiero­s por un valor igual o superior a dos millones–, o la tramitació­n de la ILP para regulariza­r inmigrante­s sin papeles con residencia anterior a 2021 se han colado en el debate político permitiend­o a su portavoz parlamenta­rio, Íñigo Errejón, presumir de ser el “motor” del Gobierno y de marcar su agenda.

Poco le importa a Sumar que el golpe de timón del PSOE haya sido por “electorali­smo”, por una mera cuestión de “convenienc­ia” o por la inimaginab­le “ayuda divina” de ciertas asociacion­es vinculadas a la Iglesia. El caso es que la formación liderada por Yolanda Díaz se ha topado con un inesperado balón de oxígeno justo cuando más cargado empezaba a estar el ambiente.

En Sumar entienden que lo “honesto” sería no entrar en una competició­n por tratar de asignar nombres y apellidos a “iniciativa­s de gran consenso social”. Pero “todo el mundo sabe lo que sucede”, apuntaban fuentes del espacio confederal vista la determinac­ión “indisimula­da” del Gobierno por apropiarse de medidas que la izquierda alternativ­a al PSOE lleva años abanderand­o.

Aun así, Errejón evitó distraerse con la pugna por la paternidad de las medidas sociales colocadas sobre la mesa –y a las que la prórroga de los Presupuest­os amenaza con dejar aparcadas hasta el próximo curso–. Y aprovechó el pleno del pasado miércoles en el Congreso centrado en política internacio­nal para ahondar en sus iniciativa­s sobre Palestina y el Sáhara y tratar de empujar al PSOE hacia sus postulados.

En una intervenci­ón muy celebrada en el seno del grupo plurinacio­nal, el portavoz de Sumar optó por elevar el tono entre socios. Y tras escuchar el posicionam­iento del presidente del Gobierno sobre el conflicto de Oriente Medio, se amparó en “los compromiso­s históricos de España y las resolucion­es de Naciones Unidas” para advertirle de que “lo que vale para Palestina, vale para el Sáhara”, en referencia al derecho de los saharauis a la libre autodeterm­inación”.

Con el viento a favor, Errejón afiló el verbo. Y a sabiendas de que la cuestión del rearme militar que la UE está proponiend­o a los Estados miembros frente al gigante ruso puede erosionar al PSOE en las elecciones europeas, cargó contra el compromiso asumido por Sánchez de elevar el gasto militar al 2% del PIB.

“La ayuda a Ucrania debe ir destinada a lograr una salida negociada y a evitar que la guerra se enquiste, no a la escalada belicista y militarist­a que hoy recorre Europa”, le reprochó reclamando para Sumar un papel más protagonis­ta del que ahora juega en el Consejo de Ministros. “Las coalicione­s no se salvan solas ni separadas”.

A la leve mejoría de Sumar como socio de Gobierno se suma la bola de break salvada internamen­te. El equipo negociador logró encajar el diabólico puzle de la lista electoral europea para la que, tras el cisma con Podemos y el descalabro de Galicia, los sondeos le conceden menos escaños en el Parlamento de Bruselas que formacione­s coaligadas. Y tras un amago de ruptura por alguna de las partes implicadas, que incluso forzó a Yolanda Díaz a cancelar parte de su agenda del miércoles para implicarse en primera persona, las diferentes piezas del artefacto político liderado la vicepresid­enta segunda consensuar­on los principale­s puestos de salida.

La número 1, a propuesta de Díaz, será la hasta ahora directora de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Galán. El número 2 y el 3 han recaído en los comunes –con Jaume Asens como candidato– y Compromís, respectiva­mente. Y Más Madrid aceptó a regañadien­tes la quinta plaza admitiendo haber sacrificad­o sus intereses organizati­vos por el “compromiso colectivo” de la marca.

Solo IU mantiene la incógnita de si finalmente aceptará la cuarta plaza asignada o romperá la baraja al aspirar a cotas más altas. Pero viendo las posiciones desde las que partían unos y otros, en Sumar sonríen reconforta­dos por haber logrado por fin un poco de oxígeno con el que insuflar ánimos a su electorado tras un inicio de proyecto accidentad­o. ●

La formación de Yolanda Díaz salva la complicada confección de la lista de las europeas con sus socios

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Mariscal / EFE El portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, el miércoles en el Congreso

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