Una flecha de Tchouaméni
El equipo de Ancelotti reservó a muchos titulares, sesteó en la primera parte y mejoró bastante en la segunda, en la que ganó con un gol de rebote del francés
El Madrid ganó en Son Moix con un gol de rebote en un partido que le supuso una tortura, con la mente puesta en la semana que viene en Manchester y donde Ancelotti dispuso de un equipo cargado de suplentes y sin pólvora arriba, con Vinícius y Rodrygo en el banquillo y con una delantera inédita formada por Brahim y Joselu. Después de una primera parte muy mala, el Madrid encontró la victoria en un fuerte chut lejano de Tchouaméni que dio en Morlanes y despistó a su portero en el comienzo del segundo tiempo.
El partido se jugó a ritmo de pretemporada, lo que le vino de perlas al Mallorca, al que no le va precisamente el fútbol vertiginoso. El equipo de Javier Aguirre, que venía de perder la final de la Copa, se encontró en su salsa, replegado atrás y dedicado a cortocircuitar al rival en el centro del campo, donde acumulaba mucha gente. El Madrid, manejado por Modric, no tuvo la menor profundidad y el fútbol se desarrolló fuera de las áreas.
En toda la primera parte solo hubo dos ocasiones. La primera fue del Mallorca, en un saque de esquina en la que Raíllo se anticipó a Nacho y su cabezazo fue atajado por Lunin. La réplica llegó pronto, en el minuto 32. Bellingham se llevó un balón cerca de la frontal del área, buscó ángulo de disparo y probó un remate que superó la estirada de Rajkovic y se estrelló en el travesaño cuando ya Son Moix se temía lo peor.
La segunda parte empezó sin cambio de jugadores, pero con algo más de dinamismo en el Madrid. Bellingham, a los tres minutos, ya dispuso del primer remate repelido por el portero bermellón. Segundos después llegaría el primer gol, con algo de fortuna. Tchouaméni, un jugador que se prodiga muy poco en funciones ofensivas, remató desde fuera del área, el balón tropezó en Morlanes, cambió de trayectoria y se alojó en la escuadra de Rajkovic, El francés lo celebró haciendo el arquero. Morlanes tiene la negra. El ex futbolista del Espanyol fue el primero del Mallorca que falló en la tanda de penaltis que dio el título de Copa al Athletic en La Cartuja el pasado sábado.
Mejoró el Madrid a raiz del gol. Empezó a hacer daño entrando mediante paredes en el área rival. Brahim se plantó ante Rajkovic, pero el portero serbio le tapó el remate con una gran parada.
Tenía que mover pieza Javier Aguirre, que veía que el partido se le iba. El mexicano preparó un triple cambio a la hora de juego para levantar a los suyos. Se fueron Morlanes, Antonio Sánchez y Samú Costa y entraron Abdón Prats, Mascarell y otro ex espanyolista, Darder. Cuando se cantó el nombre de Abdón Prats, Son Moix le dedicó la ovación de la tarde.
Tras otra ocasión desperdiciada por Brahim, Ancelotti reaccionó también moviendo el árbol y uno de los cambios fue bastante extraño: quitó a Bellingham, que no acaba de dar el tono que dio en la primera vuelta de la Liga. Por el inglés salió Camavinga. La otra sustitución sí fue lógica: Brahim se fue y entró Vinícius, recibido con una pitada fenomenal en recuerdo de sus anteriores pendencias por estos pagos con Raíllo.
Vinícius sacó a relucir su velocidad y desborde desde el primer momento y el Mallorca empezó a sufrir por esa banda. Pudo matar el partido el Madrid en el 71 en una gran jugada colectiva con muchos toques en el área y de forma incomprensible Valverde falló un gol cantado que evitó Nastasic sobre la raya. Luego pudo empatar Darder en un lanzamiento lejano que rechazó bien Lunin.
Vinícius tuvo alguna otra ocasión, pero el Madrid no estaba fino en el definición y el partido acabó con suspense porque en la última acción Lunin falló en un balón colgado al área, pero Muriqi no acertó en el remate. Ancelotti respiró en la banda. ●
Ancelotti dejó de inicio en el banquillo a titulares indiscutibles, como Vinícius, Kroos, Rodrygo o Carvajal
El Mallorca se mantuvo vivo todo el partido y pudo empatar en la última jugada en un fallo de Lunin