Illa descarta bajar impuestos en Catalunya si gobierna
El socialista alega que la presión fiscal está por debajo de la media europea
El candidato del PSC a las elecciones catalanas, Salvador Illa, no es partidario de bajar impuestos en Catalunya. En un contexto volátil, de “grandes cambios” a nivel internacional, el aspirante socialista a la presidencia de la Generalitat considera que es mejor no tocar una presión fiscal que en el caso catalán está alineada con las recomendaciones europeas.
Así lo señaló ayer en un coloquio celebrado en el Círculo Ecuestre en el que volvió a exponer sus prioridades en el caso de que acabe gobernando la Generalitat, que no son otros que la gestión de los servicios públicos, con especial atención a la educación; la sequía, las infraestructuras y las energías renovables.
Illa justificó su rechazo a rebajar la presión fiscal precisamente por la necesidad de recuperar la excelencia de unos servicios públicos que a su juicio no gozan del nivel adecuado tras diez años de sucesivos gobiernos independentistas, de manera que su posición al respecto no responde a una consideración “ideológica”, es decir, al mandato de representar a un partido de izquierdas. El candidato socialista apoyó su posición en las recomendaciones comunitarias.
Illa recordó que la presión fiscal en Catalunya está incluso tres puntos por debajo de la media europea, y apostó, en cambio, por luchar contra la “competencia fiscal desleal”, es decir, contra el dumping fiscal, que “debe ser desterrada de España y de Europa”, opinó, y para la cual aboga por “colaborar con el Gobierno” central. El candidato solo admitió la posibilidad de acometer “ajustes técnicos” en algunas figuras impositivas.
Su posición en este asunto es también coherente con la que ha mantenido a lo largo de la legislatura, donde ha evitado situar la fiscalidad como prioridad en las sucesivas negociaciones de presupuestos con el Govern de Pere Aragonès. Además, Illa recordó que para suplir las carencias en materia de ingresos, el Gobierno central ha hecho grandes “esfuerzos” inyectando fondos públicos al objeto de reducir el impacto de la pandemia o de la guerra de Ucrania. “Se hizo bien y menos mal que se hizo”, remarcó.
Además de reiterar su compromiso por “corregir” el déficit fiscal y solventar las demandas en financiación, Illa se abrió a pactar con todos los partidos tras el 12-M, incluso con ERC y Junts, pero advirtió de que un nuevo gobierno de ambos sería la “destrucción mutua asegurada” y perjudicial para Catalunya por sus “constantes peleas”. ●