La Vanguardia

“Soy un joven de 27 años perdido en mi cuerpo” Poeta de nacimiento

Mircea Cărtărescu Escritor, publica ‘Dietaris 1990-2017. Una tria’

- Francesc Bombí-vilaseca

No sé escribir. A veces

puedo escribir, pero saber, no sé”. Eso escribía en su dietario, en diciembre del 2017, el rumano mir ce a cărtă res cu (Bucarest, 1956), candidato, año tras año, a recibir el premio Nobel de Literatura. La editorial Lleonard Muntaner acaba de publicar

Dietaris 1990-2017 ( selección y traducción de Xavier Montoliu, con prólogo de Sam Abrams), a partir de los cuatro volúmenes que el escritor fue publicando en su país y no se habían traducido antes –excepto uno de sus cuatro volúmenes, que en el 2011 se publicó en sueco–.

Una de las constantes del dietario es su duda sobre la escritura, junto con la conciencia de adónde quiere llegar literariam­ente.

Ningún escritor de verdad se siente totalmente seguro, uno no está seguro de si mañana o jamás podrá volveraesc­ribir, eslacondic­ióndel artista: unprofesio­nal sabe que tiene que aprender un trabajo y hacerlo, pero un artista no está nunca seguro. Si tuviera que comparar mi dietario con los de otros escritores mucho más famosos, lo haría con los de Franz Kafka, muchos de nuestros libros empiezan en los dietarios. …l no hacía distinción entre relatos, novelas o páginas de dietario, lo escribía todo enlas mismas libretas. Yo hago tres cuartos de lo mismo, toda mi escritura emerge de los dietarios. A veces imagino lo que escribo comounárbo­l: el dietario es el tronco y las ramas son los otros libros. Para mí es muyimporta­nte escribir día a día.

¿Comoir al gimnasio?

Sí, con el diario mantengo la tensión, sin esa tensión muscular me caería, no me tendría en pie. El escritor debería escribir cada día para mantenerse. Cuando no me siento muy inspirado para escribir un relato o una novela, escribo en el dietario y mantengovi­va la conexión.

Escribe que no ha madurado muchodesde que tenía 27 años.

Si cierro los ojos y no miro al espejo. me veo como era más o menos a esa edad, cuando me sentí realmente yo mismo, y he preservado la visión que tenía. Soy un joven de 27 años perdido en mi cuerpo.

Durante una época creía que no tendría nunca “acceso al éxito internacio­nal”...

Creía que a nadie le importaba un escritor rumano venido del medio de ninguna parte, de una cultura desconocid­a con una vida literaria desconocid­a. De hecho, ahora me es más difícil que me consideren en mi país que en el extranjero, porque en el mundo de las letras cuanto más éxito tienes fuera menos tienes en tu país.

¿Ycreeaúnqu­enosabeesc­ribir?

Es normal querer escribir mejor, compito conmigo mismo. Siempre seré el escritor de Solenoide o Cegador, y sería muy infeliz si creyera que son mejores que el escritor que soy ahora. Intento hacer cosas siempre diferentes y progresar, y mi última novela, Theodoros (en septiembre saldrá en impediment­a encastella­no) es unpasoadel­ante.

Cada año le consideran candidato a ganar el premio Nobel. ¿Le preocupa?

Es un honor que se me considere digno del premio, pero recibirlo es como una lotería, podría llegar a ser el gran escritor que nunca lo hubiera recibido, y por eso no pienso en ello. Si pasa, pues muy bien, y si no, también.

Gracias a los dietarios podemos acceder a sus sueños, muy importante­s en su literatura.

Tengo una relación compleja con los sueños. Por mi naturaleza romántica, siempre me han fascinado, y no solo ya hace más de cincuenta años que los escribo en los dietarios, y hay centenares, sino que he estudiado mucho la parte científica, el proceso de dormir y soñar: sé mejor que muchos escritores qué significan y cuáles la conexión entre la vida real y la vida nocturna, con ellos podemos entrar en otra realidad. Es fascinante esta doble vida que tenemos, una común y otra totalmente privada eíntima.

Empezó su dietario como poeta, pero la prosa va ganando terreno. Nunca he tenido la sensación de haber abandonado la poesía, me considero un poeta todavía hoy. Se nace poeta, yeso no tiene que ver con escribir libros de versos ni poemas, sino con un determinad­o estado mental, una manera de ver el mundo, así que mi actitud literaria, incluso en las novelas, es puramente poética. Sí que he abandonado una cierta manera de escribir poesía de cuandoeraj­oven. Para protestar de alguna forma contra los poemas digamos beatniks arquetípic­os de mi juventud escribí una larga historia posmoderna de la poesía rumana, que es el libro El Levante( Impediment­a ,2015), conmásde7.000versos. Era una poesía muy prosaica comparable a la que se escribe hoy, pero no me gustó, así que guardé el manuscrito en una caja de zapatos y me olvidé durante veinte años. Hace unos años lo publiqué, y por sorpresa mía °los poetas de ahora me consideran unprecurso­r!

Conla covid volvió a los versos. Hace tres años publiqué otro poemario escrito de una forma muy extrema durante la pandemia. Expresa todo el dolor de vivir en aquellos tiempos tan peligrosos. Sin imágenes ni metáforas, sin nada, solo un grito, un grito de dolor. Es un centenar de poemas cortos, de una página, publicados bajo el título de Nunca pidas ayuda.

Ha explicado que en esa época tenía pensamient­os suicidas...

No los había tenido hasta estos últimos seis o siete años, por la depresión quehesufri­do. Creoquelo he superado, porque hay que tirar adelante, aunque te sucedan cosas malas.

Una obra fractal El diario es como el tronco de un árbol y las ramas son los otros libros”

“Mi actitud literaria, incluso en las novelas, es puramente poética”

 ?? P ula Maria Sanchez ?? Mircea Cărtărescu, en la terraza de La Central del Raval, donde ayer por la mañana firmó libros
P ula Maria Sanchez Mircea Cărtărescu, en la terraza de La Central del Raval, donde ayer por la mañana firmó libros

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