Stuart abandona España y anuncia un ERE a unos 200 trabajadores
La plataforma de reparto deja de operar por la ley ‘rider’ y la subida de precios
Stuart anunció ayer la retirada de su servicio de reparto en España y Portugal. La plataforma de delivery publicó un comunicado en el que explicaba que el territorio ha dejado de ser estratégico a causa de la inflación y la ley rider española, que desde el 2021 obliga a convertir a los repartidores autónomos en asalariados.
En España, la empresa opera en las ciudades de Barcelona, Madrid, Zaragoza, Bilbao y València. La compañía no comunicó la cifra de personas afectadas por esta decisión. Fuentes de UGT y CGT apuntaron que la cifra de trabajadores afectados es de 200, aproximadamente. De este total, el 85% son mensajeros y el 15%, trabajadores de oficinas y de almacén. Además, unos 200 repartidores autónomos también perderían el empleo, según fuentes sindicales.
En un comunicado en inglés, Stuart anunció que ha iniciado los trámites para aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) y que, en cumplimiento de los requisitos legales, está abierta a colaborar con el comité de empresa para pactar las condiciones de despido. Fuentes sindicales indicaron ayer que las negociaciones pueden durar entre dos y tres meses, de modo que en verano este proceso debería llegar a su fin.
Según la compañía, el cese del servicio en España no afecta la actividad del centro tecnológico de Barcelona que presta servicio a nivel global. En cambio, fuentes sindicales aseguraron que una parte de la plantilla perderá su empleo. La cifra de trabajadores de este centro supera las 200 personas, aseguraron fuentes de CGT. La empresa se negó ayer a compartir esta cifra. El año pasado dijo que la plantilla ascendía a las 250 personas.
Con esta decisión, Stuart pone fin a casi 10 años de servicio en España. Fundada a caballo entre París y Barcelona por los emprendedores Clément Benoit y Benjamin Chemla, la startup siempre se diferenció de otras plataformas por operar únicamente con empresas (restaurantes, comercios, supermercados) y no con el consumidor final.
En el 2017, Stuart fue adquirida por el grupo francés Geopost (dueño de Seur y gestor del servicio postal francés La Poste), que previamente había entrado como inversor en la startup. La propiedad siguió en manos de este grupo francés hasta finales del año pasado, cuando trascendió la venta de Stuart al fondo inversor Mutares, con sede en Alemania y especializado en reflotar empresas. A partir de entonces, Cornelia Raportaru relevó a Matthieu Gonnet en el cargo de consejero delegado. Ayer la nueva directora decía: “Estas decisiones no se toman a la ligera, pero son esenciales para salvaguardar nuestra sostenibilidad a largo plazo”. La empresa apuesta ahora por mercados más rentables, como Francia, Reino Unido, Polonia e Italia.
En España, la compañía facturó 29,9 millones de euros y registró unas pérdidas netas de 2,7 millones en el ejercicio 2022, el último con las cuentas publicadas en el Registro Mercantil. En los cuatro años anteriores, la empresa nunca registró beneficio neto. ●