El calor favorece las plagas de cucarachas y acelera su resistencia a los insecticidas
“Se han adaptado para competir con el hombre en su propia casa”, alerta Bellés
No, no es impresión suya. Cada vez hay más cucarachas y aparecen con más frecuencia. Lo constatan los entomólogos –los biólogos que estudian los insectos– y las empresas que se dedican al tratamiento de plagas. “El cambio climático favorece la proliferación de cucarachas: hay temperaturas más altas y durante más tiempo, y eso les da la oportunidad de crecer y reproducirse más rápido y más veces”, resume Xavier Bellés, profesor del Institut de Biologia Evolutiva (CSIC-UPF) que lleva 42 años investigando y trabajando con cucarachas, en especial con la rubia, que es, junto con la americana (rojiza y algo más grande), la más frecuente en la zonas urbanas.
Y pronostica que conforme suban las temperaturas proliferarán más: “Cuando las criamos en el laboratorio observamos que a 30ºc su ciclo biológico dura un mes, mientras que a 25ºc tarda 48 días; de modo que a mayor temperatura las larvas crecen más rápido, llegan antes a adulto y a reproducirse”.
Además, esta aceleración del ciclo no solo incrementa el número de cucarachas en un entorno, sino que también les da ventaja para sobrevivir en hábitats humanos porque desarrollan resistencia a los insecticidas en menos tiempo. “Al secuenciar su genoma hemos visto que tienen más genes duplicados que son útiles para la detoxificación y que permiten que, cuando se inventa un tóxico sintético nuevo, la cepa de cucarachas expuesta a él tarde muy poco, solo unas cuantas generaciones, en ser capaz de metabolizarlo y volverse resistente a ese producto”, explica Bellés.
Por ello, si las cucarachas se reproducen más veces en menos tiempo, saltan antes las generaciones necesarias para alcanzar la resistencia y se vuelven inmunes a los insecticidas con mayor celeridad. “Asistimos a una carrera sin final entre los humanos que inventan insecticidas cada vez más potentes y la cucaracha que, en unas cuantas reproducciones, inventa cómo metabolizarlo”, comenta el experto del Institut de Biologia Evolutiva.
Y apunta que el genoma de estos insectos también revela genes que les confieren gran sentido del olfato y del tacto, lo que les da ventaja para acceder por espacios insospechados a lugares donde encuentran comida y mejor temperatura que en las cloacas. “Las cucarachas domésticas se han adaptado a competir con el hombre en su propia casa”, enfatiza.
¿Y qué se puede hacer para mantenerlas a raya? Bellés asegura que no se pueden eliminar y habrá que convivir con ellas, controlando sus movimientos y, en caso de plagas, utilizar medios profesionales que no induzcan resistencia. “Es un adversario difícil y no hay soluciones caseras milagrosas; sí hay productos alternativos a los tóxicos sintéticos, como insecticidas hormonales anticrecimiento o de ácido úrico que funcionan y son más respetuosos con el medio ambiente, pero hay que recurrir a profesionales”.
Es la misma recomendación que hace Jorge Galván, director general de Anecpla, la asociación de empresas de sanidad ambiental. “Para luchar contra las cucarachas hace falta una gestión integral que detecte si el producto que se utiliza hace efecto o no, porque además de resistencia hemos observado aversión de las cucarachas a ciertos productos, es decir, que la sustancia que se pone para atraerlas deja de llamarles la atención y ya no la comen, así que hay que cambiar a otra para lograr eliminarlas”, explica.
Aconseja también extremar las medidas de higiene en casa para evitar que encuentren alimento y cobijo. “Es importante no dejar migas ni residuos apetecibles para las cucarachas porque entran y ven allá donde tú no, como debajo o detrás de la nevera”, coincide Bellés, que agrega que aunque la presencia de estos insectos no comporta un elevado riesgo sanitario, sí que pueden transmitir algunas bacterias, como la salmonela, porque habitan y transitan por lugares donde hay excrementos y carroña, como las cloacas.
La Agència de Salut Pública de Barcelona, que estos días de altas temperaturas ya ha recibido más notificaciones ciudadanas por la presencia de cucarachas, ha reforzado la vigilancia preventiva y ha incrementado el presupuesto destinado a la lucha contra estos insectos. Con todo, Bellés explica que, “como este año está lloviendo menos, puede que veamos menos no porque haya menos sino porque saldrán menos de su cobijo; les gusta la humedad”. ●
“Cuando se inventa un tóxico, solo tardan unas pocas generaciones en poder metabolizarlo”, dice el biólogo