El dinero embarra ya el caso Sancho
Arrieta pudo haberle “prestado” 250.000 euros, según fuentes de su abogado
El dinero que unía al malogrado cirujano Edwin Arrieta y a la joven promesa de la hamburguesa, Daniel Sancho, está a punto de irrumpir en el juicio de este último por el descuartizamiento del primero, en el tribunal tailandés de Samui.
La defensa de Sancho, representada por Marcos García Montes, considera que hubo un “homicidio involuntario”, fruto de una “pelea”, pero pasa de puntillas sobre el motivo de esta. Mientras que el abogado pro bono de la familia Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, cree que ha llegado el momento de poner el foco sobre la disputa económica.
Varias de sus fuentes, según cuentan a La Vanguardia, confirman que el cirujano plástico “habría prestado 250.000 euros” a su amante. Las fechas coinciden con el inicio de operaciones de alguno de los negocios de restauración que el hijo del actor Rodolfo Sancho montó en Madríd, según señala el letrado.
Ospina también se explaya sobre el misterio de la cantidad que el cirujano plástico llevaba encima antes de ser descuartizado, el pasado 2 de agosto en la isla de Phangan. Según él, no eran 60.000 dólares, como se publicó, ni mucho menos 80.000. “Eran 9.000 dólares, que fueron documentados por la policía y que hace un mes fueron entregados a la representación jurídica de la familia”. Es decir, a él.
“Me encargué de que le fueran entregados en mano a la hermana de Edwin”, asegura. Darlin Arrieta aterriza precisamente este jueves en Madrid, según explica Ospina. “Queremos a la familia de la víctima en el juicio y barajamos que la hermana pueda declarar en el tribunal o, en su defecto, en la embajada de Tailandia”.
Con esta jugada, el abogado hispanocolombiano sale al paso de declaraciones recientes de Marcos García Montes, que le niegan incluso la condición de acusación particular. Ospina contraataca diciendo que su despacho ha contratado a dos letrados tailandeses, en lugar de abandonar a sus clientes a un abogado de oficio.
Para este miércoles, tras la larga y vivificante pausa del Año Nuevo tailandés, bien regado en todos los sentidos, el juez de Samui había reservado el plato más frío: el testimonio de los forenses.
A cualquiera que entre en los bungalows Bugain Villas de Phangan, donde se perpetró el crimen, la vista se le va a la pica del lavabo. Con cantos como para romperse la crisma.
Como así fue. Según ha trascendido, la defensa de Sancho quiso ver ayer un rayo de esperanza en un testimonio forense: la grave lesión en la base del cráneo de Arrieta sería “compatible con una pelea”.
Otra cosa es que, de los diez bungalows, Sancho escogiera el más apartado y discreto.
El problema para el chef en redes es que, con lo que no es compatible es con sus propias declaraciones, filmadas in situ durante la reconstrucción policial, en las que explica cómo le estampó el cráneo a su amigo.
Tailandia ha superado las fiestas de Songkran, en las que sus gentes se salpican con pistolas de agua. El Gobierno celebra que este año solo se hayan matado 250 motoristas bebidos, la mitad que hace cinco años. En Samui el dinero puede embarrarlo o aclararlo todo. ●