Investigado un religioso de una iglesia evangélica por supuestas violaciones a niños
La coartada, perfecta. El protagonista de esta historia se valió de su cargo –responsable de una iglesia evangélica de Madrid– para presuntamente agredir sexualmente a niños de corta edad, hijos de sus feligreses. Esas familias abrieron las puertas de sus casas a este hombre. Cenaban con él y celebraban la Navidad o fiestas de cumpleaños. La fe de esos padres con ese religioso, al que dejaban solo con sus hijos, era ciega.
Pero nada era lo que parecía. Ahora se ha sabido que ese hombre, llamado Juan Francisco, violó presuntamente a varios niños. La Policía Nacional y un juzgado de Alcorcón investigan, avanzó ayer El Confidencial, este nuevo caso de agresiones sexuales en un entorno eclesiástico. Se cuentan ya al menos cinco víctimas –el sospechoso era su mentor– y no se descarta que pueda haber más. Todo se descubrió cuando un niño de solo 7 años le contó a su madre que ese religioso le había realizado cinco felaciones y que en una ocasión intentó penetrarlo.
Los hechos se remontan al pasado mes de octubre, pero no habían trascendido hasta ayer. El acusado, en libertad con cargos y con la prohibición de acercarse a los niños que le han denunciado, trabajaba en la iglesia Fuente de Vida, ubicada en el municipio de Móstoles. La mayoría de feligreses que acuden a ese templo son originarios de Honduras.
Juan Francisco visitaba de forma asidua la casa de la familia que ha presentado la primera denuncia. Sus padres no podían creerse el infierno vivido por el niño cuando este contó a su madre, según la misma información, que el padre Fran le tocaba. “Me chupó el pene”, contó el menor entre sollozos.
La madre no esperó un segundo y acudió a la comisaría más cercana para denunciar los hechos y señaló a un culpable: el religioso Fran. El hombre fue detenido y solo arrancar la investigación empezaron a aparecer más casos.
Todos con el mismo modus operandi. El responsable de esa iglesia evangélica se ganaba primero la confianza de los padres de los niños y después, cuando se quedaba a solas con ellos, cometía presuntamente las agresiones sexuales. Y siempre con una recompensa para los menores, a los que hacía regalos.
Una de esas supuestas víctimas ha asegurado que Fran le había prometido, a través de Instagram, que le regalaría una Playstation 5 si le enviaba fotos íntimas por teléfono. Y 50 euros si se dejaba hacer “cosas distintas”. El menor que destapó el caso también comentó a su madre que “Fran era gay”.
Sorprende que esos niños tengan ya teléfonos móviles a esta corta edad. Aunque ahora esos aparatos se han convertido en una de las principales pruebas contra el religioso para probar los hechos relatados por los menores.
La madre del niño que presentó la primera denuncia asegura que el religioso había enviado fotografías a su hijo, aunque estas se han borrado al ser enviadas con una aplicación que solo permite visualizarlas una sola vez.
Las agresiones se relatan en las casas de lo menores y también una sala de la iglesia, en la que esos niños se quedaban con ese mentor mientras sus padres seguían las misas. ●
Se ganaba la confianza de los padres y agasajaba a los menores con regalos; se investigan cinco casos