Exilio y peces fosforescentes
carme Millà tersol (barcelona 1911-1999) fue una mujer precursora: dibujante publicitaria en la agencia Valor (que en los años treinta llevaba las campañas del papel de fumar bambú y de la cafiaspirina) y la única mujer entre los cartelistas de la guerra. en 1939 partió para el exilio y acabó colaborando en la unión tipográfica editorial Hispanoamericana (uteha) creada por el emigrante gallego José María gonzález porto. con el técnico editorial estanislao ruiz ponseti, que había trabajado en gustavo gili y en la editorial atlante de Juan grijalbo, impulsó un diccionario enciclopédico en diez volúmenes en el que participaron muchos exiliados del treinta y nueve. carme Millà fue la directora de un grupo de ilustradores entre los que se encontraban el escritor pere calders y el joven Vicente rojo que, más adelante, fue un gran pintor.
He dedicado largas temporadas a estudiar el exilio, pero nunca había consultado el Diccionario Enciclopédico UTEHA. contiene unos dibujos maravillosos de carme Millà. no sé si a Millà le interesaba mucho o poco la naturaleza: en el exilio supongo que hay que hacer de todo. en una enciclopedia de 1953 las ilustraciones eran grabados de línea, fotografías –las fotografías de enciclopedia son un género digno de estudio: a menudo buscan llamar la atención del lector y algunas son muy excéntricas y curiosas– y láminas en color: todas de temas relacionados con la biología. en el Diccionario Enciclopédico UTEHA carme Millà dibuja láminas de cefalópodos, de faisanes, de esturiones, de esponjas, de equinodermos (erizos y estrellas de mar), de tigres, de amebas, de hormigas rojas y negras que se atacan. también dibuja cactus, orquídeas y tucanes. prepara unas composiciones que representan a ocho o nueve individuos de diferentes especies en un paisaje, en actitudes más o menos naturalistas porque, a ver, una sepia, tres calamares, un nautilus y un pulpo sólo han coincidido en un metro cuadrado de fondo marino en las películas de Walt disney. es un estilo de ilustración científica que a carme Millà le sale bordado.
Más allá del equilibrio de la composición, la bondad del trazo y la delicadeza de los colores, la atmosfera hace pensar en el exilio. las salamandras y tritones en su mundo aislado; la familia de quetzales en lo alto de una rama, con grandes penachos verdes y rojos, extraños en un mundo extraño: los celentéreos –gorgonias y corales– amontonados en las rocas del piélago acumulando cal y, sobre todo, los peces fosforescentes, los peces abisales que sonríen monstruosos al lector del Diccionario Enciclopédico UTEHA: uno parece un alien; otro, una aparición del tàpies de dau al set; aquel, un rape histérico; el otro, una piraña anfetamínica. cuánta soledad y dolor en unos sencillos dibujos de plantas y bestias.
Carme Millà dibuja láminas de cefalópodos, de faisanes, de esturiones y de esponjas