El partido ultraderechista AFD tiembla por su vínculo con la trama china
■ La detención el martes por espiar para China de un asistente del eurodiputado Maximilian Krah, cabeza de lista de Alternativa para Alemania (AFD) para las elecciones europeas del 9 de junio, ha convulsionado al partido ultraderechista, que no está en condiciones de modificar la candidatura, y al que llueven críticas de todo el espectro político. Krah se desmarcó de su asistente, Jian Guo, de nacionalidad alemana y origen chino, al que despidió tras el arresto. Pero el propio Krah ha hecho declaraciones contemporizadoras con Pekín. Tras una reunión de crisis con la cúpula de la AFD el miércoles en Berlín, Krah dijo a los periodistas junto al Reichstag: “Soy y seguiré siendo el candidato principal”. Pero, tal como anunció ese día, ayer sábado no estuvo en el arranque de campaña de su partido en Donaueschingen (land de Baden-württemberg). Con el escándalo por la detención de Jian Guo, la AFD ha perdido fuelle en los sondeos, aunque tampoco tanto. El barómetro de la cadena pública ZDF le otorga el 15% de los votos, solo un punto porcentual menos que en encuestas anteriores. Sobre Maximilian Krah, jurista de 47 años, aletea también la sombra rusa. Su nombre, como el de su correligionario ultraderechista Petr Bystron, diputado en el Bundestag (Cámara Baja del Parlamento) y también candidato en los comicios europeos, ha sido relacionado con otro escándalo en torno al portal prorruso Voice of Europe. La inteligencia checa asegura que Bystron fue filmado aceptando 20.000 euros de este portal vinculado al Kremlin. El nerviosismo en las filas ultras es patente.