Un punto muy amargo
Los blanquiazules se dejan empatar por dos veces en Elx y vuelven a perder una gran ocasión de situarse en posiciones de ascenso directo
Puado y Braithwaite adelantaron al Espanyol, que suma su tercer empate consecutivo en la Liga
El Espanyol regaló un tesoro en Elx que puede costarle el ascenso directo. Por tercer partido seguido no pasó del empate el equipo blanquiazul, que llegado al momento caliente de la temporada no sabe ganar. Por dos veces se adelantó en el marcador en el Martínez Valero. Por dos veces fue incapaz de mantener ese bien tan preciado que es la victoria. Pese a ello, el punto no puede considerarse malo porque la imagen de los de Manolo González fue otra vez decepcionante. Sin triunfos que llevarse a la boca, el ascenso directo se va alejando cada vez más.
Lejos de lo proclamado por la dirección deportiva, la llegada de Manolo González ha convertido al Espanyol en un equipo eminentemente defensivo por pura necesidad. Semana tras semana, el dominio pertenece al rival, también las mejores ocasiones, sea cual sea el pelaje de éste. Desde el Zaragoza hasta el Albacete, pasando por el Andorra o, ayer, el Elche. Todos han dado lecciones en el juego estático a los blanquiazules, que, por fortuna, disponen de mayor pólvora arriba.
Pese a esta máxima que se cumple partido a partido, el Espanyol firmó un comienzo soñado en el Martínez Valero. Solo habían pasado dos minutos cuando Puado y Braithwaite combinaron a la perfección para que el primero aprovechase el centro del danés y batiese a placer al argentino Dituro.
Pocos minutos le duró la alegría al equipo de González, que demasiado pronto decidió hundir a Jofre y formar con una defensa de cinco hombres. El Elche logró empatar gracias a un fantástico disparo ajustado al palo de Mourad desde la frontal.
Con el paso de los minutos, al Espanyol le costó cada vez más salir al contragolpe y quedó a merced de un rival paciente y con gran vocación ofensiva. Las ocasiones, escasas pese a todo, llegaron por errores en la construcción de los blanquiazules. Gragera y Sergi Gómez salieron en la fotografía en un par de ellas.
Nada cambió en la reanudación. La presión del Elche siguió ahogando a un equipo incompetente en el juego estático, pero los cambios reanimaron a un equipo desnortado. González promocionó a Pere Milla y a Gastón Valles, y su equipo anestesió al Elche y anotó el segundo en una llegada rápida. Omar profundizó por la derecha y su centro lo remató con un testarazo potentísimo Braithwaite, el hombre gol de este campeonato que alcanza los 20 tantos. A balón parado encajó el empate el Espanyol, obra de Donald, cuando la victoria parecía en la mano.
Nueva decepción blanquiazul. Otros dos puntos que se esfuman. Demasiados en un equipo que pretende un objetivo tan ambicioso y al que ya solo le vale sumar de tres en tres lo que resta de campeonato. ●