Confort silencioso y dinámico
La berlina cupé PHEV de Audi, con 367 CV, aporta un extra de eficiencia para viajar sin perder su espíritu deportivo
Aunque pueda parecer que los SUV ofrecen un compromiso global más favorable que otras configuraciones clásicas, por tamaño, versatilidad, capacidad y comodidad, existen opciones que todavía demuestran cualidades aún mejores para determinados usos. Es el caso, por ejemplo, de las berlinas, imbatibles en confort para largos viajes, ya sea en formato tradicional de tres volúmenes, o de corte más deportivo, con una arquitectura de estilo cupé y portón trasero.
El A7 Sportback de Audi es paradigmático, pues despliega un confort de marcha y una calidad de rodadura que iguala los niveles de comodidad de su hermano de representación, el A8. Sin embargo, añade sobre éste un componente dinámico que se aprecia tanto visual como dinámicamente. Su estilizada silueta tipo fastback, con la luneta trasera tendida y una pronunciada caída del techo en la zaga comportan que su imagen sea más deportiva y atractiva. Además, el portón del maletero de una sola pieza para un acceso más amplio a la zona de carga también mejora su polivalencia de uso.
El principal beneficio de esta berlina frente a un crossover de similar tamaño y posicionamiento –como un Q7 o un Q8– es sin duda un comportamiento más ágil y una respuesta al volante más firme y asentada por su menor altura, su centro de gravedad y la geometría en general, con una distribución de pesos mejor centrada.
Re pue ta conv ncente
En el caso de la motorización híbrida enchufable de la unidad probada, la tradicional deportividad de la firma de los cuatro aros –con su excepcional eficacia en tracción y estabilidad gracias a la reputada tecnología quattro– sigue bien presente a pesar de tratarse de una mecánica centrada en la eficiencia.
Con una potencia total combinada de 367 CV y nada menos que 500 Nm de par, el rendimiento ante una exigencia alta es brillante, con una entrega muy rápida y enérgica gracias a la aportación inmediata de la asistencia eléctrica. Además, su sonoridad mecánica es en todo momento muy comedida y discreta. Esta es precisamente una de sus grandes virtudes; con una acústica muy tamizada y filtrada, resulta casi imperceptible e indetectable el cambio entre los modos de propulsión.
La suavidad es exquisita en circulación completamente eléctrica, pero la transición hacia el modo híbrido, en el que interviene el bloque de combustión asistido por la electricidad de la batería adicional, es extremadamente refinada, logrando un resultado global muy dulcificado y satisfactorio. Rodar de forma relajada resulta sencillo y conveniente en este Audi A7, que transmite una sensación calmada y serena en los modos con parámetros que priman la eficiencia y el confort. Pero, lejos de ser sólo una opción sostenible, la combinación con la tracción integral eléctrica quattro-ultra y una puesta a punto pensada para el mayor peso de esta versión –2.140 kilos–, se traducen en un equilibrio general muy bien conseguido, logrando compatibilizar economía y deportividad.
En términos de eficiencia, el Audi A7 PHEV homologa un consumo medio de 1,5 l/100 km con una autonomía eléctrica de 62 kilómetros. Sin embargo, como es bien sabido en los híbridos enchufables, el dato que realmente importa es el que se obtiene una vez agotada la carga de la batería, lo que sucede en desplazamientos más largos. Tras cubrir unos 250 km combinando autopista, carretera y ciudad a ritmos muy pausados y con la reserva eléctrica agotada, el valor medio de consumo obtenido fue de 9,2 litros. ●