La Vanguardia

Conquista sublime

El Barça firma un triunfo monumental ante el Olympiacos en la prórroga gracias a dos tiros libres de Jabari Parker y recupera el factor cancha

- Lui Bux r

Esta película merece empezar por el final. A 0,5 segundos para que acabara la prórroga, con 8080 en el marcador, Jabari Parker intenta el triple decisivo y Petrusev le roza el brazo. El balón ni se acerca al aro, pero el trío arbitral decreta falta personal ante el estupor y el enfado de más de 12.000 enfervoriz­ados hinchas griegos en una decisión nunca vista en El Pireo, extremo que no exime de la falta al serbio. El de Illinois anota los dos primeros y falla el tercero para asegurar una victoria monumental de un Barça capaz de creer en los peores momentos del duelo y que se queda a un solo triunfo de la final four, asegurándo­se también un posible quinto partido al amparo de su público en el Palau.

Retrocedie­ndo unos segundos más, también hay que dar mucho crédito a Tomas Satoransky, que con su equipo a punto de besar la lona fue capaz de ganarle un salto a Williams-goss y anotar luego un triple desde la esquina para situar el 80-80 en plena agonía de partido. En la prórroga, los interminab­les brazos de Fall habían amenazado con destrozar los encomiable­s esfuerzos del Barça por mantenerse en pie.

Pero cabe rebobinar un poco más antes de plantarse en la casilla de salida, y situarse en los últimos segundos del tiempo reglamenta­rio, con Laprovitto­la inventándo­se el empate a 71-71 con una canasta a aro pasado ante el gigante Fall y con Abrines firmando una defensa sublime ante un

Williams-goss que parecía una pesadilla.

Ahora sí, toca valorar el partido en su globalidad, con un Barça solidario a pesar de la dificultad del envite, que alternó momentos de brillantez con algún apagón, pero que también mostró el carácter de un equipo campeón.

No hubo secretos en el Pabellón de la Paz y la Amistad, una de esas cómicas ironías del deporte, donde no hay espacio para el

showtime y la única manera de salir adelante es con el mono de trabajo, masticando cada punto y muriendo por cada rebote. No engaña a nadie el Olympiacos de Bartzokas, que sumió al Barça en un mar de contactos y faltas, como en los dos primeros envites. Pero esta vez, los de Grimau demostraro­n talento y determinac­ión, adaptándos­e mucho mejor a lo que demandaba la noche.

Acabó dominando el rebote, por ejemplo, con una gran ejercicio colectivo en el que sobresalió

Jabari Parker con 9 capturas. Tuvieron su mejor momento los blaugrana al final del tercer cuarto, en el que fueron capaces de anotar hasta 25 puntos gracias a su acierto desde el triple, como el de Jabari Parker que dibujó la máxima visitante de todo el partido (51-57). Al otro lado de la balanza hay que poner el 37-29 que puso un gran Petrusev, la máxima local, ante la que el Barça empezó a encadenar triples para silenciar un tanto la ruidosa grada helena.

En el último acto, dominó el Olympiacos, que pareció tener el triunfo en sus manos, pero dos triples seguidos de Abrines en los dos últimos minutos dieron la vida al Barça. Y el final de la película ya está explicado.

La conquista del Barça fue sublime. ●

En una acción tan valiente como inédita en El Pireo, los árbitros dieron tres tiros libres al Barça a 0,5 s del final

El equipo de Grimau creyó hasta en los peores momentos y se asegura volver al Palau para el duelo decisivo

 ?? GEORGIA PANAGOPOUL­OU / EFE ?? Nicolás Laprovitto­la protege el balón ante el acoso de Walkup y Larentzaki­s
GEORGIA PANAGOPOUL­OU / EFE Nicolás Laprovitto­la protege el balón ante el acoso de Walkup y Larentzaki­s

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