“Una feria es política o no es”, dice Juergen Boos
El presidente de la Feria de Frankfurt defiende la anulación de la entrega del premio a una autora palestina
Abu Dabi se ha llenado estos días de congresistas que visitan la feria del libro, un punto de referencia en los países del Golfo y que aspira a serlo algún día en el resto del mundo. Para ello, su director, Said Hamdan al Tunaiji, confiesa que tiene a “Frankfurt como referencia”.
Consciente de ello, su máximo representante, Juergen Boos, ha viajado un año más hasta la capital de los Emiratos ¡rabes Unidos y ha avanzado a La Vanguardia que el programa para este año de la Frankfurter Buchmesse, la feria del libro más grande del mundo, que celebrará su 76.ª edición del 16 al 20 de octubre, será “muy político, tiene que serlo; no podemos obviar todo lo que está ocurriendo ahora mismo en el mundo”.
Boos avanza que “se está trabajando duro ahora mismo y debatiendo los posibles grupos y charlas que van a tener lugar, muchos de ellos centrados en la democracia”. No descarta que el encuentro vuelva a ser foco de polémicas, ya que “es algo que viene ocurriendo históricamente, es normal. Ya se vio algo así cuando China fue la invitada de honor o, años más tarde, cuando la literatura catalana fue la protagonista y se reflexionó sobre la idea de nacionalismo. En ambos casos hubo manifestaciones y protestas de todo tipo. Una feria del libro es política o no es. Cuando la sociedad se complica, esto se refleja en los libros y, poco después, siguiendo la lógica, en sus ferias”.
La pasada edición fue un buen ejemplo de ello, pues se desarrolló días después del ataque de Hamas a Israel, el pasado 7 de octubre. Todo empezó con la intervención del filósofo esloveno Slavoj Zizek, ciudadano del país invitado de honor, que suscitó irritación en la ceremonia inaugural con un discurso centrado en una crítica a la política de Israel: “No aplaudan ahora, esperen a lo que voy a decir, tal vez después nadie aplauda”. “Quiero que quede claro –prosiguió–: condeno los atentados de Hamas sin atenuantes y doy el derecho a Israel a defenderse”.
El intelectual exploró los orígenes del terror y dijo que, al igual que el poder corrompe, “la persecución también corrompe a las víctimas”. Unas palabras que provocaron gritos entre el público, que acusó al orador de relativizar el terrorismo y comparar al Gobierno israelí con Hamas.
No fue la única polémica que provocó titulares, pues también se aplazó la entrega del premio Liberaturpreis a la autora palestina Adania Shibli durante la feria. La asociación Litprom, que promueve a los autores extranjeros en lengua alemana y concede este galardón, anunció que la escritora no recibiría el suyo como estaba previsto en un inicio, lo que, además de protestas, provocó el boicot por parte de varios grupos editoriales y que algunos países, como Malasia, decidieran no acudir a la cita, alegando “la actitud pro Israel y el apoyo abierto de los organizadores a Israel”.
Boos mira ahora con perspectiva estos sucesos, pero se convence de que la organización “es probable” que volviera a actuar igual, ya que “se hizo por un tema de seguridad”. “Siempre pensamos en Frankfurt como un puerto seguro. Pero vienen personas de 140 países y todas ellas aportan sus historias. Lo raro sería que no chocaran en algún punto. Y está bien, pero debemos garantizar la seguridad de todo el mundo. Es una de nuestras prioridades principales”.
El editor alemán reconoce no saber si finalmente se hizo o no entrega del premio a Shibli un tiempo después. “Tendría que saber qué ocurre exactamente con Adania. Deberían habérselo dado esta primavera, pero parece que está siendo difícil comunicarse con ella”.
En un artículo publicado el 31 de enero en Eldiario.es, la autora de Un detalle menor (Hoja de Lata) explicó su postura a raíz de la cancelación: “Creo que si Litprom sigue queriendo galardonar con el premio mi novela, quizás el correo postal sea una buena opción. Pueden enviarlo por correo certificado, y yo puedo celebrar una pequeña ceremonia con el viejo cartero que suele traerme a la puerta todo paquete o envío grande que necesite una firma”. En ese mismo texto, la autora aclaró: “Es falso que mi novela propague la violencia contra los israelíes”.
Boos insiste en que la de Frankfurt no es la única exhibición que se convierte en un termómetro de ideas. “Ocurre en todas, de forma más o menos visible. En Londres, en París y en otras más pequeñas como Turín. También en Abu Dabi, aunque no se vea todo a simple vista. Como decía, lo que nos ocurre palpita en los libros, y una prueba más es el ganador de este año en el International Prize for Arabic Fiction (IPAF)”, conocido popularmente como el Booker árabe, otorgado a Basim Khandaqji, un autor palestino encarcelado en Israel desde el 2004 y acusado de terrorismo.
“Es la primera vez en la historia del premio que una novela escrita detrás de los muros de una cárcel israelí llega a los lectores del otro lado”, adelantó Yasir Suleiman, presidente e la junta directiva del galardón. Boos no se pronuncia sobre el premiado, pero comprende su nominación: “No tendría sentido ignorar lo que preocupa al mundo en cada momento. Así que hablemos de ello”, concluye el director de Frankfurt. ●
“A Frankfurt vienen personas de 140 países; lo raro sería que no chocaran en algún punto”
La cancelación de la escritora Adania Shibli “se hizo por un tema de seguridad”
“En el programa que estamos elaborando no tendría sentido ignorar lo que ocurre en el mundo”