La OBC registra un millón de escuchas mensuales en el sello digital de L’auditori
La temporada 2024-25 de la sala contará con 51 obras patrimoniales y 11 encargos
La OBC registra un millón de escuchas mensuales en el portal digital de L’auditori, una cifra bárbara para una orquesta sinfónica, asegura el director de L’auditori, Robert Brufau. De hecho, la formación barcelonesa se sitúa por delante de, por ejemplo, la notoria Orquesta de París, aun con su mediático director Klaus Mäkelä. La apuesta digital está dando sus frutos, si bien L’auditori se ve obligado a sacar algunas grabaciones en soporte físico, como es el caso de la integral de Ravel dirigida por el maestro Ludovic Morlot, cuyo primer CD ya ha salido al mercado. “Aún es necesario de cara a obtener reseñas de la crítica europea”, apuntaba Brufau ayer, al presentar la temporada 2024-25.
Serán 504 conciertos, 51 obras patrimoniales, 15 estrenos absolutos y 11 encargos, entre ellos una pieza para orquesta y voz que compondrá Feliu Gasull para Sílvia Pérez Cruz. También Ramon Humet estrenará un cuarteto en el marco de la 3.ª Biennal de Quartets de Barcelona, que dirige artísticamente el Quartet Casals. Además, L’auditori apuesta especialmente por la compositora sueca Lisa Streich (en residencia en el Konsthall de Estocolmo, donde la OBC estuvo ahora en gira) y el catalán José Río-pareja.
Otro encargo de relumbrón es una Constelálació de Joan Miró, de Hèctor Parra, de quien la OBC hará una nueva grabación. Y ojo al coencargo del Dream requiem de Rufus Wainwright, con textos de Lord Byron –el estreno mundial es en París este verano– que tendrá lugar en el Palau de la Música y contará con el Orfeó Català y la soprano Anna Prohaska.
El titular de la OBC, Ludovic Morlot, abrirá curso con el ballet completo de Daphnis et Chloé de Ravel, un programa en el que Guinovart orquestará canciones de Mompou. También la clausura será raveliana, nada menos que con la ópera L’heure espagnole.
“Es una temporada ambiciosa en que se ofrece repertorio de envergadura que raramente se escucha en directo”, afirma Brufau, quien en esta ocasión conduce su relato artístico a la idea de (Contra)natura. “La música es la naturaleza misma, la creación a partir de la observación del entorno viene de lejos. Y la temporada quiere indagar en esta relación entre ser humano y naturaleza. Por un lado, como fuente de inspiración, desde el impresionismo y la música programática hasta el paisaje sonoro de hoy, pero también adentrarnos en las dinámicas contrarias a los procesos naturales: la música electrónica de Ryoji Ikeda que juega con la percepción humana del espacio-tiempo (dentro del festival Subsònic) o Music for airports, de Brian Eno, pieza fundacional de la música ambient”.
Así, además de dar continuidad al proyecto Ravel, la OBC –7.000 abonados y ahora con más abonos flexibles– interpretará desde la Pastoral de Beethoven hasta La mer de Debussy, la Titán de Mahler, la Alpina de Richard Strauss o la 5.ª de Sibelius. La joven revelación Stephanie Childress es su nueva principal directora invitada en sustitución de Marta Gardolinska. Y además se rodea de solistas como Renaud y Gautier CapuÁon, Lucas Debargue, Leif ove Andsnes, Frank Peter Zimmermann, Daniel Hope o Jan Lisiecki. Janine Jansen regresa, pero en la temporada de cámara, haciendo tándem con Denis Kozhukhin. Y el violinista Augustin Hadelich que impresionó en Britten con la OBC regresa solo, tocando Bach.
Tal como se anunció, de la mano de Ibercamera, visitan L’auditori orquestas como la Filarmónica de Helsinki (debut de JukkaPekka Saraste), o Musicaeterna de Teodor Currentzis. En el apartado de antigua, Jordi Savall brinda la Misa en Do menor de Mozart y se adentra en el romanticismo en busca del sonido original de Schumann, Schubert y Bruckner.
Y la Banda Municipal homenajea a un transgresor de su época, Amando Blanquer Ponsoda, que dignificó la orquesta de vientos. Incluye autores como Kurt Weil, Respigui, Puccini o Bizet, y estrena una obra de Eduard Betes que conmemora el centenario del día en que la banda estuvo dirigida por Richard Strauss en la plaza Sant Jaume de Barcelona. ●
Morlot abre y cierra el curso con un ballet y una ópera de Ravel, y Rufus Wainwright estrena ‘Dream requiem’