Montilivi es una fortaleza
El equipo que espera mañana al Barça ha logrado 13 triunfos en casa por solo dos empates y una derrota
Tiene apenas 14.000 localidades, de las cuales una gran parte se sustentan sobre gradas supletorias. Conserva su aire austero, lejos del espectacular desempeño del equipo. Montilivi no puede presumir de ser de los mejores estadios de Primera en cuanto a infraestructuras y, en cambio, es el secreto de la histórica temporada que está firmando el Girona. El campo gerundense sirve de constatación de que no importa el precio o los lujos que rodean cada asiento, sino el calor y el apoyo que desprende la afición hacia los suyos. Un ambiente familiar y sano, epicentro del orgull gironí, que ha llevado al conjunto de Míchel a firmar unos números envidiables frente a su parroquia.
El Girona, tercero en la Liga, es el más goleador de la categoría en su estadio con 42 tantos, dos más que el líder, el Real Madrid, y el Atlético y cuatro por encima del Barça. La afición gerundense solo ha lamentado una derrota en Montilivi en 16 encuentros, ante los madridistas (0-3), y ha visto dos empates, contra el Athletic (1-1) y la Real Sociedad (0-0). Pero los días sin victorias son la excepción este curso. El público rojiblanco ha disfrutado de 13 triunfos, de los cuales en nueve ha visto al menos tres goles de su equipo. Entre los mejores momentos destacan los tres puntos logrados contra el Atlético (4-3), la goleada al Sevilla (5-1) o la última victoria ante el Cádiz (4-1), que certificó la clasificación para las competiciones europeas.
Las cifras ratifican una evidencia: el conjunto de Míchel gana y convence con un juego ofensivo sin complejos que ha enamorado al fútbol español. Su principal baza es el poder por las bandas, tanto con los extremos Sávio y Tsygankov como con los laterales Couto y Miguel Gutiérrez, ambos con un perfil atacante. Pero más allá de su amenaza por los carriles, donde acostumbra a crear superioridad, la fuerza del Girona es coral. Es un equipo que sabe interpretar dónde están los espacios rivales y sus jugadores se mueven y permutan de posición con el objetivo de llegar a la portería contraria. Y allí, en el área rival, está la guinda del Girona, un Dovbyk que es el pichichi de la Liga (19 goles) y una de las revelaciones del año.
El Girona despliega toda su personalidad y su potencial en Montilivi, resguardado por su afición. Sin embargo, su propuesta se ha resentido lejos de casa en este tramo final, cuando la presión ha aumentado y los rivales ya conocen las múltiples virtudes de los gerundenses. El equipo empezó el curso igual de contundente en casa que como visitante, sin conocer la derrota en toda la primera vuelta. En cambio, en las últimas seis jornadas ha sufrido cinco derrotas a domicilio.
Pero fue lejos de Montilivi, en Montjuïc, donde los de Míchel firmaron uno de sus grandes triunfos esta temporada ante el Barça (2-4). Mañana, los blaugrana visitan a un Girona que puede sellar con un triunfo su acceso matemático a la próxima Champions a falta de cuatro jornadas. Lejos quedan las penurias por no ascender a Primera o el sufrimiento de la permanencia. Ahora solo falta saber si en la fortaleza de Montilivi, vetusta y al límite del reglamento UEFA, podría sonar el himno de la máxima competición europea. ●
Ningún equipo, ni siquiera el Real Madrid, ha marcado más goles en casa que el grupo de Míchel
Las cifras ratifican una evidencia: el Girona gana y convence con un juego ofensivo sin complejos