Manfred Weber, el que faltaba
Manfred Weber y Pedro Sánchez estuvieron ayer en Catalunya calentando los últimos cien metros de la campaòa. Calentamiento al que también contribuyó la alta dirección del BBVA anunciando una opa hostil sobre el Banc Sabadell. Madrid DF no podía faltar a la cita. Madrid DF nunca falta a la cita cuando se decide, se discute y se vota sobre el reparto del poder en Espaòa.
El presidente del Partido Popular Europeo viajó ayer a Barcelona en auxilio de Alberto Núñez Feijóo, cuyo partido corre el riesgo de quedar por detrás de Vox en las elecciones del domingo, al menos en número de votos. Si tal cosa ocurriera, sería una mala noticia para el liderazgo de Feijóo. Seis meses de agitación sin precedentes a propósito de la ley de Amnistía, cinco manifestaciones consecutivas en Madrid desde octubre (plaza Felipe II, Puerta del Sol, Cibeles, templo de Debod y plaza Espaòa), no habrían servido para neutralizar a Vox.
En Catalunya, Vox puede resistir, ejecutando futuros vuelos acrobáticos con Alianáa Catalana, la extrema derecha de obediencia nacional catalana que pugna por entrar en el Parlament. A Núòez Feijóo le preocupan los resultados del domingo, porque inmediatamente después vienen las elecciones europeas del 9 de junio y los números no están claros.
Para curarse en salud y no repetir los errores cometidos en julio del aòo pasado, Narciso
Michavila, analista electoral muy escuchado por la derecha, declaraba la semana pasada que en las europeas podría producirse un empate entre PP y PSOE. “A Sánchez le ha venido muy bien la carta, pese a las críticas. En estos momentos no descarto un empate a los puntos en las europeas”, declaró en la emisora Cope.
Quedar por detrás de Vox en Catalunya y empatar con el PSOE en las europeas sería un mal viático para el político gallego, que no acaba de encontrarse bien en Madrid. Isabel Díaz Ayuso y Miguel Ángel Rodríguez no han tirado la toalla, como quedó perfectamente claro el pasado Dos de Mayo. Todo está en juego en la política espaÒola. Todo. Por ello, Manfred Weber viajó ayer a Barcelona.
Weber necesita un buen resultado del PP espaòol en junio, para compensar la previsible debilidad de las fuerzas adheridas al PPE en Italia (Forza Italia) y Francia (Les Républicains). Además, tiene cuentas pendientes con Sánchez, puesto que en julio del 2019 no pudo alcanzar la presidencia de la Comisión Europea por el veto de Francia y Espaòa.
Weber calificó ayer a Sánchez de “showman” por su carta de marido enamorado y por el suspense de los cinco días de abril. Feijóo recurrió a otro estilo la semana pasada, comparando al presidente del Gobierno con Franco. Feijóo está usando estos días el trabuco, y Weber utilizó ayer la mira telescópica, puesto que los cinco días de abril han debilitado a Sánchez en la política europea. Le han debilitado en el plano superestructural y pueden haberlo reforzado en el corto plazo electoral, como supone Michavila.
Sánchez ha decidido tener doble jornada de cierre en Catalunya. Quiere movilizar a los votantes del área metropolitana de Barcelona y se encuentra especialmente bien en Catalunya, sometido a menos presión. La semana pasada prolongó su estancia en Barcelona a iniciativa propia, después de la visita sorpresa a la Feria de Abril de Sant Adrià de Besús.
Weber-sánchez será el combate de junio. ●
El presidente del Partido Popular Europeo viaja a Catalunya para socorrer a Feijóo