Reserva moral de Occidente

Hubo un tiempo en que la gente hacía su vida. Unos se drogaban, otros morían sanos, aquel le daba al saxo, ellas bailaban solas. Las decisiones eran personales y estaba mal visto ir por la vida dando lecciones a los demás.

Aquella laxitud, propia de gente humilde, se va esfumando. –°Es usted un entrometido! –°Defensor del progreso, la moral y los hábitos correctos!

Una clínica estética ha colgado una lona en Madrid en que anima a las viandantes a rehacer no su vida sino sus pectorales, bajo el lema: “Otro verano más cambiando el panorama de las playas”. El negocio está en que las viandantes se animen a operarse pechos, labios o lóbulos con vistas a la temporada playera, la pasarela de la clase media espaòola.

Yo tenía entendido que la gente es libre de gastar la pasta en estas cosas y aún recuerdo haber leído que mejoran la autoestima (¿o era el crecimiento personal?). Lo cierto es que paso por delante de la lona y prosigo tan ancho.

–°Esta lona es una vergüenza! Empezando por el mensaje de las playas. ¿Panorama? °El de las playas llenas de mirones!

Con la Iglesia hemos topado. O con un comunicado de Teta&teta –“Asociación sin ánimo de lucro pero con ánimo de desexualizar la teta, o más bien, la mirada”–, que exige la retirada del cartel.

°Y con cuánta indignación! La entidad afea a todas las administraciones su pasividad, en nombre suyo. O sea: de todos.

Admiro a la ciudadanía que se arroga la obligación de meterse con los demás. Dicha admiración – acaso perplejidad– es compatible con el hartazgo que provoca tanta y tanta moralina. ¿Desde cuándo es inmoral operarse las tetas si una es mayor de edad y el centro médico está autorizado?

Lo malo es que hay una opción para desempatar: la creación de un cuerpo profesional de agentes cívicos –sobrinos, primos y cuòados de alcaldes o concejales de bienestar y ciudadanía–, con la misión de patrullar las costa de Levante para sancionar a los mirones, sobre todo si tienen panza, beben cerveza y lucen gafas de sol.

°Bienvenidos a la reserva moral de Occidente! ●

Santa indignación por una lona que ofrece operaciones estéticas pensando en las playas