Exteriores ultima un pacto con Omán para la vuelta de la joven encarcelada
Optimismo entre los abogados de la vecina de l’hospitalet condenada a cadena perpetua
El Ministerio de Asuntos Exteriores ultima con Omán la redacción de un convenio para el traslado a Espaòa de Fátima Ofkir, la presa más joven encarcelada en el extranjero, según confirman a La Vanguardia fuentes diplomáticas. La elaboración de este convenio permitiría que Ofkir, de 24 aòos, siguiera cumpliendo condena en una cárcel espaòola. Las mismas fuentes seòalan que el proceso avanza poco a poco, si bien evitan dar una fecha concreta para su firma. Por su parte, su abogada, Mónica Santiago, del despacho Vosseler, se muestra optimista ante una posible repatriación. “Representantes de la embajada espaòola en Mascate informaron a Fátima de que había avances muy serios para la firma del convenio, pero aún no ha concretado cuándo se producirá”, asegura.
Las autoridades espaòolas llevan tres aòos entablando un diálogo con Omán a fin de suscribir un convenio de traslado de las personas condenadas por el sultanato. Este sería un acuerdo marco pensado para todos los condenados espaòoles pero que a la práctica solo afectará a Fátima Ofkir, puesto que es la única reclusa espaòola condenada en Omán. El acuerdo que busca Espaòa es similar al que ya rubricó en 2022 con Qatar y que permite enviar a cárceles espaòolas a todos los presos condenados en el emirato.
Fátima Ofkir era vecina de l’hospitalet y había sido presidenta del Consejo Nacional de la Infancia y la Adolescencia de Catalunya, un cargo con el que representaba a todos los alumnos catalanes ante la Generalitat muestra de la buena reputación que cosechaba entre los alumnos y de su implicación con los estudios. Al cumplir los 18 aòos y después de una época de vaivenes a nivel familiar y de relacionarse con la gente equivocada de su barrio, intentó demostrarles a sus nuevos amigos que no le tenía miedo a nada y aceptó ir a Omán a buscar un paquete. Una vez allí, se hizo varios vídeos en los que se jactaba de haber aterrizado en Mascate y grababa satisfecha el hotel en el que sus amigos dominicanos de l’hospitalet la habían alojado. “¿Qué les parece, vivo mal?”, presumía enfocando a la piscina. Al día siguiente, fue arrestada después de que las autoridades omaníes la sorprendieran con un paquete de morfina en el armario de la habitación. La condenaron primero a ochos aòos de cárcel y luego a cadena perpetua. “Aquí la habrían condenado por posesión de drogas, como máximo a 4 aòos de cárcel”, apunta su abogada, que asumió la defensa de Fátima cuando la vía judicial estaba agotada y la sentencia ya era firme. En caso de ser trasladada a Espaòa, cree que podría quedar en tercer grado penitenciario, que implica ir a la cárcel solo a dormir, teniendo en cuenta su perfil y los siete aòos que acumula de condena. La letrada, que canaliza la defensa a través de la plataforma de acción social de su despacho, ha intensificado los esfuerzos para que fructifique la vía diplomática y Fátima pueda beneficiarse de un pacto entre estados o bien de un indulto del Sultán, posibilidad esta última más remota.
La abogada estuvo en julio del aòo pasado en la cárcel de Mascate visitando a Fátima. “Tiene algunos problemas de salud y está un poco tocada de ánimo”, se sincera. Santiago ejerce de enlace de la joven con los estudios. Está cursando primero de bachillerato a través del Cidead, el Centro Integrado de Enseòanzas Regladas a Distancia. “La tutora me manda los exámenes, yo los mando a la embajada y estos se lo entregan, Fátima los hace junto a las funcionarias de la cárcel y estas lo recogen y me lo mandan a mi, que los cuelgo en el sistema”, explica. “Su tutora ya sabe su situación y que yo hago de enlace. Todo va muy bien”. ●