Polonia fortifica su frontera este para evitar la inmigración ilegal de Bielorrusia
El primer ministro polaco, Donald Tusk, explicó ayer que Polonia está comenzando a trabajar para fortalecer aún más toda la frontera oriental, mientras el país se enfrenta a lo que calificó de una creciente “guerra híbrida” contra la migración ilegal desde Bielorrusia.
Tusk no proporcionó detalles sobre las acciones previstas ni sobre los fondos que se asignarían, pero declaró que en lo que respecta a la seguridad de Polonia “no habrá límites”.
“La frontera entre Polonia y Bielorrusia es un lugar único debido a la presión de la inmigración ilegal. De hecho, estamos ante una guerra híbrida en progreso”, dijo el primer ministro mientras visitaba la frontera y se encontraba con soldados y guardias.
“Quiero que no queden dudas: un país con intenciones cada vez más agresivas hacia Polonia, como Bielorrusia, está coorganizando esta práctica en la frontera polaca”.
El gobierno anterior de Polonia y la Unión Europea acusaron a Bielorrusia en el 2021 de orquestar un flujo de inmigrantes para presionar a la UE por las sanciones que impuso a Minsk. Bielorrusia negó las acusaciones. Los intentos de cruzar la frontera han continuado desde entonces, y las cifras fluctúan según el clima. La guardia fronteriza polaca afirma que actualmente se realizan unas 300 incursiones ilegales diarias.
Las tensas relaciones entre los dos países se han enrarecido desde la invasión rusa de Ucrania, en la que Bielorrusia ha tenido una colaboración activa a ojos de Varsovia.
El gobierno anterior construyó una valla en la frontera entre Polonia y Bielorrusia de más de 180 kilómetros de largo y 5,5 metros de alto para frenar la inmigración ilegal. El sistema se completa con un sistema de cámaras y sensores que vigilan la frontera. Tusk dijo que las nuevas fortificaciones se ubicarían a lo largo de “toda la frontera oriental”, que también podría abarcar Ucrania y Rusia, aunque no dio detalles. ●