La Vanguardia

Sinhogaris­mo

- Sandra Barneda

Desde hace unos meses sinhogaris­mo es oficialmen­te un término en la Real Academia Española. Dos años ha esperado la Fundación Hogar para que la RAE atendiera su solicitud de inclusión. De esta manera se reconoce un fenómeno estructura­l de nuestra sociedad que afecta a miles de personas en España.

Las realidades, según la palabra, se amplían o acotan. No es lo mismo sin hogar que hacer uso del nuevo término sinhogaris­mo, porque no solo afecta al derecho a la vivienda, sino también a la salud o al empleo. Amplía la pérdida de dignidad integral y el efecto devastador que produce en cualquier individuo. El sinhogaris­mo es un defecto de la sociedad. La falta de estructura social, política y económica, más que situacione­s individual­es, es lo que provoca que unas personas terminen viviendo en la calle. Ellas son el daño colateral. El tanto por ciento de productos falli

La vivienda primero es una innovación importante en el diseño de servicios para personas sin hogar

dos que cualquier fábrica considera en su cadena de producción. Lo mismo ocurre con la sociedad.

En España hay aproximada­mente 37.000 personas sin hogar y el fenómeno va en aumento. El 35% perdió su hogar al quedarse sin trabajo, el 73% duerme en la calle, solo el 4,5% logra “remontar” la situación tras un mes. El 80% son hombres, mientras que el 20% son mujeres. El 54% son españoles y el 46% de origen extranjero. Una de las cifras más escalofria­ntes es que el 50% de las personas sin hogar ha sufrido delitos de odio.

Uno de los retos que debemos afrontar como sociedad es no dar la espalda a la falla. Una medida que está funcionand­o es el housing first: la vivienda primero, segurament­e la innovación más importante de los últimos treinta años en el diseño de servicios para personas sin hogar. Rompe con el modelo de atención tradiciona­l en escalera y proporcion­a a las personas en situación de sinhogaris­mo una vivienda individual, estable e independie­nte con apoyo profesiona­l adaptándos­e a sus necesidade­s médicas, laborales, domésticas…

Cuando uno lo pierde todo, enferma y es una cuestión social ayudarle. El sinhogaris­mo señala directamen­te la capacidad de mejorar el sistema atendiendo, no dando la espalda. Ahora ya existe la palabra ampliada, es tiempo de solidifica­r la responsabi­lidad colectiva. El sinhogaris­mo es parte nuestra, no un aparte. ●

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