La Vanguardia

La caída del 10 Tras un año en el Brighton, Ansu Fati apunta a una nueva cesión lejos del Barça

- A ï M rtí Barcelona

Hace una semana Ansu Fati hizo una visita exprés a Barcelona. Comió con los suyos, se vio con sus agentes y también con su amigo, el también blaugrana Alejandro Balde. Después regresó a Brighton, ciudad en la que reside desde septiembre, cuando el Barcelona le cedió al equipo que entrena De Zerbi sin opción de compra. El objetivo era que el delantero desarrolla­ra su fútbol en la Premier y ganara confianza después de crecer, despuntar y caer en el Baráa por culpa de las lesiones y de la gestión de las siempre peligrosas expectativ­as. Ansu Fati, aún jovencísim­o (21 años), ha sentido esa presión. Y su regreso al Baráa es, a día de hoy, muy improbable.

Tras una temporada en la Premier en la que ha tenido que lidiar con otra lesión muscular, su intención es no descansar este verano y seguir entrenándo­se. Sabe que lo tiene muy complicado para ir a la Eurocopa y tiene alguna esperanza en los Juegos Olímpicos. Pero su prioridad sigue siendo recuperar su confianza y, para ello, se trata desde hace unos meses con un coach que instruye a jugadores de la NBA .

Había muchas esperanzas puestas en él. Tras despedir a Messi en 2021, el club le otorgó el dorsal 10. Le veían como el heredero. Por aquel entonces tenía 18 años y ya se había convertido en el futbolista más joven en marcar con el Baráa en la Liga y en el Camp Nou. También fue el más precoz en anotar en la historia de la Champions con 17 años y 40 días. Se le renovó hasta 2027. Fue el segundo, tras Pedri, en tener una cláusula de 1.000 millones.

Entonces llegaron las lesiones y en dos temporadas apenas pudo jugar 25 partidos. Todo empezó el 7 de noviembre de 2020, cuando sufrió una rotura en el menisco interno de la rodilla izquierda ante el Betis. Tuvo que pasar hasta cuatro veces por el quirófano. Frenó en seco y se perdió casi un año de competició­n.

Regresó a lo grande ante el Levante el 26 de septiembre del 2021. Ingresó en el minuto 80 y marcó. Ronald Koeman lo celebró muchísimo. Pero la alegría fue efímera. Dos meses después, mientras el Baráa cerraba el aterrizaje de Xavi al banquillo con Sergi Barjuan haciéndose cargo de forma interina del equipo, el canterano se rompió el bíceps femoral de la pierna izquierda ante el Celta. Dos meses de baja más.

Cuando reapareció ante el Athletic Club en San Mamés, le bastó media hora para recaer de la misma lesión. Todo fueron lágrimas de desconsuel­o. Xavi le abrazó. Y hubo cumbres en el Camp Nou para decidir cómo ayudarle. Pese a los consejos de los servicios mé

Desde hace unos meses se visita con un ‘coach’ de la NBA para recuperar confianza y autoestima

dicos del Baráa que, con la llegada de Xavi, recuperaro­n al doctor Ricard Pruna como responsabl­e, Fati optó por un tratamient­o conservado­r. No quería más quirófanos.

En noviembre llegó el Mundial de Qatar. Con Luis Enrique apenas jugó 44 minutos. 22 contra Japón en la fase de grupos y otros 22 de la prórroga contra Marruecos en octavos. Con el Baráa terminó el curso con 10 goles en su casillero en 53 partidos. Los mismos que Raphinha, aunque Fati los anotó en 1.824 minutos, frente a los 2.924 que necesitó el brasileño. Pero no era titular.

El Baráa habló con él. Aquel niño de 18 años que deslumbrab­a por su sonrisa, su descaro y su pegada, jugaba con miedo. Y conviniero­n que lo mejor era cederle. Todo apuntaba a que acabaría en el Tottenham, pero el Brighton se le cruzó a última hora con un De Zerbi que le convenció. “Empezarás y en diciembre volarás”, le dijo. Fati empezó ofreciendo minutos de calidad. Marcó dos goles en la Premier y dos más en la Europa League. Se quedó estancado el 30 de noviembre en su tercera titularida­d consecutiv­a con una nueva lesión. Esta vez no lloró. Empezó a hablar con el médico del club con la seguridad de quien ya ha pasado por eso antes. Se perdió 13 partidos y volvió a jugar en febrero pero el tren ya había pasado. Frustrado, vio incluso como De Zerbi le dejaba en la grada contra el Brenford. “Debe mejorar físicament­e. Lo que está haciendo no es suficiente. Las expectativ­as con él son siempre muy altas”, dijo el técnico. Siempre las expectativ­as. Este verano Fati volverá a Barcelona. No se descarta que haga la pretempora­da. El suyo es un caso especial por quién es. Aún así, su entorno, liderado por Jorge Mendes, le recomendar­á salir cedido de nuevo a algún equipo que no sea de la Liga. ●

 ?? ADAM VAUGHAN / EFE ?? Una temporada en el Brighton: Ansu Fati empezó bien marcando goles y asistiendo, pero se lesionó en noviembre y volvió al ostracismo
ADAM VAUGHAN / EFE Una temporada en el Brighton: Ansu Fati empezó bien marcando goles y asistiendo, pero se lesionó en noviembre y volvió al ostracismo

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