El Museu Picasso acoge obras de Velázquez y el Greco en un intercambio con el Prado
El Museo del Prado y el Museu Picasso intercambian temporalmente obras. El Picasso acoge desde ayer tres cuadros de artistas que influyeron en el pintor malagueño. Tres piezas de Velázquez, el Greco y Muñoz Degrain procedentes del Prado. Que a su vez recibirá cuatro obras de Picasso que se expondrán a partir del próximo día 21 en la muestra Arte y transformaciones sociales en España (1885-1910).
En el intercambio, a Barcelona han llegado La sierra de las Agulles, vista desde la montaña del Cavall Bernat (1864), de Antonio Muñoz Degrain, que fue maestro de Picasso; el Niño de Vallecas, de Velázquez, y Retrato de un caballero, del Greco, autores que Picasso admiró durante su estancia en Madrid y que marcaron su obra posterior. Los cuadros se exponen en una misma sala bajo el título ¡Greco, Velázquez, inspiradme! Picasso invita al Museo del Prado.
Durante el curso 1897-1898, Picasso consolidó su aprendizaje en la escuela especial de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, donde Muñoz Degrain enseñaba Paisaje. De hecho, Picasso se había declarado discípulo suyo al presentar la obra Ciencia y caridad (1897) en la Exposición General de Bellas Artes de Madrid de ese año. Pero el joven Picasso pronto desarrollará una actitud crítica con la enseñanza oficial y sustituirá las clases por visitas al Prado, donde copiará a Velázquez, Goya o el Greco. Meses más tarde, en Horta de Sant Joan, escribiría en un dibujo: “¡Greco, Velázquez, inspiradme!”. Su interés por estos autores se mantendría a lo largo de su vida.
La primera influencia del Greco en la obra de Picasso es visible ya en 1899, y durante su estancia en Barcelona además entró en contacto con Rusiñol y Utrillo, admiradores y defensores de las creaciones del Greco. El interés que sentía por el artista se hará patente en los ritmos, las desproporciones y el alargamiento de los personajes y al principio del cubismo. La incidencia de Velázquez en la obra picassiana se volvió a notar en la obra de madurez del malagueño, sobre todo en la serie Las meninas (1957).
Un Picasso que formará parte junto a Nonell, Darío de Regoyos o Sorolla de la muestra que el Prado abre el martes y que abordará el cambio del arte a finales del
Barcelona presta cuatro obras a Madrid para su muestra sobre el arte de la España de cambio de siglo
XIX siguiendo el triunfo del estilo naturalista y la plasmación de asuntos cotidianos. Un cambio junto al cual se produjo también una reacción de orientación más expresiva en la que estuvo Picasso y que enlazó con la renovación más moderna vigente en París. ●