El rey Juan Carlos normaliza volver a España cada mes
El padre del Rey ha pasado cinco días en Galicia
Poco a poco, el rey Juan Carlos está consiguiendo normalizar sus visitas a España y que sus estancias, principalmente en Galicia, pasen cada vez más discretamente. Ayer, a media tarde, abandonó Sanxenxo, donde llegó el pasado martes, para desde Santiago de Compostela volar a Ginebra, con la vista previa en su próximo viaje a mediados de junio coincidiendo con el décimo aniversario de su abdicación.
Las regatas que, desde marzo, se disputan cada mes en Sanxenxo son la excusa que permite al rey Juan Carlos planear sus cada vez más frecuentes visitas a España. Son la excusa porque ni en marzo ni en abril ha logrado participar en la prueba náutica como tripulante del Bribón. Aunque en los últimos tiempos ha mejorado su forma física, las condiciones climáticas no han aconsejado que subiera a bordo.
Tampoco lo ha hecho este fin de semana, en la que ha sido la tercera prueba de las ocho series de regatas de la liga española de 6M, la categoría en la que compite el Bribón, velero del que el padre del Rey ha ejercido de patrón en los últimos años. El pasado viernes, el rey Juan Carlos salió a seguir la regata a bordo de una lancha auxiliar, el sábado se quedó en casa y ayer domingo volvió al mar junto a la infanta Elena, que se desplazó a Sanxenxo para pasar el fin de semana con su padre.
El rey Juan Carlos aterrizó el pasado martes por la noche en el aeropuerto de Santiago después de cambiar su habitual destino a Vigo, ya que el aeropuerto de Peinador está cerrado por obras. Antes de volar a Galicia, el padre del Rey hizo una escala en Vitoria para visitar a sus médicos y en el mismo aeropuerto de Foronda coincidió con el Rey, que aterrizó a la misma hora y en el mismo aeropuerto para desde allí desplazarse hasta Hernani, donde acudió al museo Chillida. Padre e hijo se saludaron brevemente y después cada uno siguió su camino.
Pero no todo ha sido mar y regatas en los cinco días que el rey Juan Carlos ha pasado en Sanxenxo. El miércoles, junto a su anfitrión Pedro Campos y otros amigos, se desplazó hasta O Grove para compartir una mariscada en el restaurante D’berto y, además, se llevó comida para disfrutar en casa. El jueves, la excursión gastronómica le llevó a Moaña para degustar el típico chuletón en A Taberna de Lino. El sábado, la cena fue en el club náutico de Sanxenxo, junto al matrimonio Campos, la infanta Elena y su sobrina Victoria de Borbón-dos Sicilias, que acudió con su hijo Pedro López-quesada, que está realizando el primer curso en la Escuela Naval de Marín.
La próxima cita está prevista entre el 12 y el 16 de junio, en vísperas de cumplirse el décimo aniversario de su abdicación, que se hizo efectiva el 18 de junio del 2014.