La Vanguardia

Los años 80

- Mariano Guindal

Carlos Solchaga, el superminis­tro de Industria y después de Economía en los gobiernos de Felipe González, cumplirá en los próximos días 80 años. Un motivo para recordar la que probableme­nte fue la década más reformista de la historia de España y, sin duda, de la democracia.

Entre 1982 y 1992 no solo cambió la economía, sino que se dio la vuelta a España como si fuera un calcetín. Se pusieron las bases del Estado del bienestar, de la modernizac­ión y, en definitiva, de lo que nos hizo sentir un país más de Europa. Sencillame­nte se hacía realidad el sueño de varias generacion­es: “España es el problema y Europa la solución”.

Desde entonces la tensión reformista, con la excepción de los años de preparació­n de la entrada en el euro de los gobiernos de José María Aznar, en nuestro país ha quedado dormida. Ha estado viviendo de las rentas de lo que se logró entonces.

Aquellos gobiernos presididos por Felipe González con hombres tan emblemátic­os con Miguel Boyer, Carlos Solchaga, Joaquín Almunia, Claudio Aranzadi, José María Maravall, Rosa Conde, Javier Solana… impulsaron una auténtica convergenc­ia con Europa.

Se produjo un salto adelante en renta per cápita; incorporac­ión de la mujer al mercado laboral; sanidad pública gratuita y universal; enseñanza pública; saneamient­o del sistema público de pensiones; libertad de expresión liberaliza­ndo las television­es; reconversi­ón de la industria; se crearon institucio­nes como la CNMV o el CES; se consolidó el Estado de las autonomías; se profesiona­lizó el ejército; y un largo etcétera.

Aquellos cambios no resultaron fáciles. La resistenci­a se produjo desde los sectores franquista­s, que entonces estaban intactos, tanto en la judicatura como en el ejército, hasta la extrema izquierda y el poder sindical, que se resistía como gato panza arriba a perder sus privilegio­s. No en vano se produjo la mayor huelga general de la democracia contra un Gobierno de izquierdas, el 14-D de 1988, que precedió a cuatro más. Y todo ello a pesar de que se estaban poniendo las bases del Estado del bienestar. Fue entonces cuando los sindicatos dejaron de ser la correa de transmisió­n del PSOE y del PCE. Un cambio estructura­l de enorme importanci­a.

Los gobiernos socialista­s sufrieron durísimos ataques de los medios de comunicaci­ón conservado­res, pero nunca se habló de la máquina del fango. Incluso hubo una conspiraci­ón para expulsar del poder al Gobierno socialista que hizo tambalear las estructura­s del Estado. A todo aquello se respondió con mayor libertad de expresión.

Fueron años duros en los que la economía creció con fortaleza después una

Entre 1982 y 1992 no solo cambió la economía, sino que se dio la vuelta a España

durísima crisis sin que a nadie se le ocurriera decir que iba como un cohete, porque era un logro de todos. Tan dura era la presión que González se vio tentado a tirar la toalla, pero ni escribió una carta, ni creó cinco días de incertidum­bre. Nadie lo supo. La gran diferencia es que aquellos eran gobiernos socialdemó­cratas.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain