Desconfianza estúpida y criminal
Convocados por una luminaria del conocimiento científico y de la epistemología llamado Miguel Bosé, lo más granado de la estulticia nacional acudió a manifestarse en contra de la mascarilla con el argumento de que la pandemia COVID-19 es un invento de Bill Gates, que maneja un guiñol internacional, en el que son títeres del dueño de Microsoft, la OMS, las sociedades médicas, los gobiernos de todo el mundo, y hasta los desgraciados que se mueren por el coronavirus. (Supongo que, para estas lumbreras del saber, los fallecidos son de “atrezzo”. ¿?)
Fiabilidad En este país que, como dice el maestro Herrera: “hay más tontos que botellines”, a éstos, a los tontos, les ha dado por practicar la duda metódica, en versión Miguel Bosé. Esta patulea está planteando un problema elemental de filosofía: la fiabilidad de nuestro conocimiento. ¿Cómo podemos saber si es verdad que existe el virus de la COVID-19?
Confianza Como ningún ser humano puede experimentar por sí mismo todas las cosas, hay muchas cosas que decimos que sabemos o conocemos, no por haber experimentado personalmente lo que decimos saber o conocer, sino por la confianza que tenemos en la fuente de la que procede esa información. Pero no tenemos un conocimiento directo de esa cosa. Creemos a pie juntillas en ella por la autoridad (credibilidad) que tiene la fuente de esa información. Además, solemos tener otros elementos que refuerzan nuestra confianza en esa verdad. Uno: si quisiéramos, podríamos realizar algún experimento para visualizar o determinar la existencia del virus. Y dos: también refuerza nuestra confianza, el número de personas con autoridad científica que defienden la verdad de la COVID-19. (“El consenso de los sabios prueba la verdad.”)
Credibilidad Y estas son las preguntas que todos nootros tenemos que respondernos en primer lugar: ¿quién nos merece más credibilidad en materia de salud? ¿la Organización Mundial de la Salud o el cantante? ¿las sociedades médicas o los iluminados que niegan la enfermedad? ¿lo que publica Nature o lo que opina “alguien” en una página web?... Las respuestas son obvias en las tres preguntas. ¿Por qué?
“En este país a los tontos les ha dado por practicar la duda metódica en versión Miguel Bosé”