Un voltaje cada vez mayor
Uno lleva ya muchos aniversarios de la Constitución a cuestas. Algunos de ellos han coincidido con fechas preelectorales --no es difícil en España--. Nada es nuevo: ni la tensión, ni las versiones edulcoradas del Gobierno, ni las acusaciones y el ‘no a todo’ de la oposición. Es solamente que parece que el voltaje es mayor cada año: escuchar a Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, decir que el Gobierno pone en peligro la Constitución y, a continuación, oír a Pedro Sánchez señalando al PP por violar la Constitución al no facilitar la renovación del gobierno de los jueces, resulta algo desalentador. Y los extremos, claro, ausentes. Junto con muchos parlamentarios, algunos presidentes autonómicos y, claro, como es habitual los ex presidentes del Gobierno. El aniversario ya casi no es una fiesta.
Resulta algo chocante escuchar a los máximos representantes de los dos partidos políticos principales, los máximos encargados de hacer velar el cumplimiento de la ley de leyes, acusándose, precisamente en el aniversario de la Constitución, de pisotear --el término es mío, desde luego-- la ley fundamental. Y ello, en medio de la despectiva ausencia de los aliados del Gobierno y del que podría tener forzosamente que ser el socio de la derecha en el caso de una victoria en las elecciones.
Ni siquiera el discurso institucional, que es ya casi un clásico, de la presidenta de Cámara Baja, Meritxell Batet, sonaba ya convincente, parecía vacío. Hablé con muchos ex diputados y ex altos cargos de antaño, que se me mostraron escandalizados por el nivel al que han llegado las aguas de la tormenta política.
Escuché también a algunos políticos instalados asegurar -- el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el primero-que España nunca ha ido tan bien. En el otro lado decían, claro, que nunca tan mal.