Consumo anuncia un millar de controles en la restauración
El Plan de Inspección de Consumo de la Junta de Andalucía inició en marzo la campaña de control de establecimientos de restauración. Se trata de una campaña de ámbito autonómico, que realizan los servicios provinciales y dirigida a comprobar el cumplimiento de la normativa vigente aplicable al ámbito de la restauración hasta el mes de diciembre.
Según los objetivos previstos, se prevé la inspección de al menos 1.000 establecimientos de restauración, y se controlarán, entre otros aspectos: el cumplimiento de la normativa autonómica de hojas de quejas y reclamaciones, control para evitar la comercialización de productos de pesca no autorizados, de calidad de los aceites de oliva y de orujo de oliva o la legislación sobre alérgenos e intolerancias.
Según Consumo, en particular, se vigilará que no aparezcan indicaciones como precio según mercado (S/M), que la venta de productos de charcutería, queso, o productos susceptibles de ser cortados de una pieza principal se efectúa por unidades de peso; que la oferta de moluscos o crustáceos se realiza por peso o por unidades y se indica, en este último caso, su número; que se entrega factura o justificante de pago con su contenido obligatorio; que el establecimiento puede acreditar la trazabilidad de sus productos; que se dispensa agua no envasada de manera gratuita por parte del establecimiento; y que, si se cobra el servicio de pan y picos o de aperitivos, su coste viene reflejado en la carta o lista de precios.
La campaña de inspección de restauración llevada a cabo en 2022 se saldó en la comunidad autónoma con 1.183 actuaciones inspectoras en 642 establecimientos visitados. El personal inspector detectó incumplimientos en 116 casos, un 17,9 por ciento del total, la mayoría por ausencia de hojas de quejas, no tener expuestos los precios de comidas y bebidas y falta de información en las cartas y tablones de productos.