Andalucía es la única región española de las 5 europeas que participan en este proyecto
nia Central), Irlanda (Región Sur), Eslovaquia (Zilina)y Alemania (Baden-Wuerttemberg). ROBIN está financiado con un importe de 2.499.953 € por la Comisión Europea en el marco del Programa Horizonte Europa, con una duración de 36 meses (2022-2025) y se compone de un consorcio de 13 socios, liderados por el socio griego Q-PLAN. Entre los socios de la región de Andalucía se encuentran: la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural (CAPADR); el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA); y la Fundación Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA).
Adaptación de modelos Mediante el proyecto se dará apoyo a las cinco autoridades regionales para que adapten sus modelos de gobernanza implicando a los agentes de la cadena de valor agroalimentaria y creen redes e intercambien información a nivel territorial. Además, se crearán redes y se obtendrán conocimientos de sus homólogos europeos, al tiempo que se colaborará con la Oficina de Coordinación y Apoyo de la Iniciativa Ciudades y Regiones Circulares (CCRI-CSO) de la Comisión Europea. Y con ello, las autoridades regionales mejorarán sus modelos de gobernanza regional con un mayor compromiso de las partes interesadas acelerando la transición a la bioeconomía circular de las regiones europeas.
Estructura y modelos ROBIN pretende establecer y demostrar el potencial de las estructuras y modelos innovadores de gobernanza de la bioeconomía circular en las 5 regiones europeas. Para ello, se partirá con la creación de 5 Constelaciones Regionales Multi-Actor (MARCS) que involucren a los más de 50 actores de la cuádruple hélice (Sector público, privado, academia y sociedad civil) comprometidos para co-crear y trabajar junto a nuevas estructuras de gobernanza, bien integradas en las estructuras organizativas existentes de las regiones del proyecto y con el mandato de coordinar y ejecutar estrategias de bioeconomía circular con y para todo el ecosistema de actores.
A lo largo de este proyecto, se proporcionará apoyo a medida a las regiones que favorezca una participación mejorada y más inclusiva de las partes interesadas, así como herramientas digitales prácticas que se desarrollarán en el proyecto para mejorar el diseño, el funcionamiento y el seguimiento de sus modelos de gobernanza.
Paralelamente, un marco de seguimiento y evaluación medirá el impacto de las acciones y herramientas de apoyo generados en ROBIN, proporcionando pruebas cuantificables de su impacto económico, social y medioambiental en las regiones.
Estos datos serán utilizados para que más de 10 autoridades regionales europeas prueben dichas herramientas y demuestren su transferibilidad, ofreciendo al mismo tiempo oportunidades de aprendizaje mutuo y desarrollo de capacidades.
Por otro lado, para el desarrollo de la bioeconomía circular, Andalucía cuenta con un gran potencial de recursos biomásicos. En la región predomina la producción de frutas y hortalizas, destacando las hortícolas tales como los tomates, pepinos, pimientos, sandías, lechugas, etc. que suelen producirse siguiendo prácticas intensivas en invernaderos.
Por otra parte, Andalucía es líder en olivar a nivel mundial con más de 1,5 millones de hectáreas y el sector aporta más del 28% del valor de la producción agraria andaluza. Hay también extensos viñedos y explotaciones de cítricos y frutos rojos. La actividad agrícola de la región representa, por tanto, un gran potencial de desarrollo para la bioeconomía circular en Andalucía, con más de 8,7 millones de toneladas anuales de recursos biomásicos generados. Asimismo, subsectores como por ejemplo el arroz y algodón son también de interés como fuente potencial de recursos biomásicos.
Junto con la agricultura, hay otros sectores e industrias potenciales para el desarrollo de la bioeconomía circular en Andalucía de las que mencionaremos los siguientes: ganadería, silvicultura, pesca y acuicultura, industria agroalimentaria (sector oleícola y vitivinícola), industria de la alimentación, bebidas y tabaco, industria textil de base biológica, industria de la madera y el mueble, industria del papel, industria química, farmacéutica, del plástico y del caucho de base biológica, producción de bioelectricidad.
Andalucía cuenta con un gran potencial en relación con a los recursos biomásicos