La tenebrosa comitiva del tren fantasma deFiñana
Remontándonos a pasado, hace ya bastantes años se decía por Almería que desde que se produjo el terrible accidente ferroviario en la estación de Fiñana la madrugada del 27 de diciembre de 1943 donde murieron diez personas y hubo un importante número de heridos graves, durante unos años después de la tragedia, al aproximarse la terrible efeméride de la desgracia, un nutrido grupo de sombras humanas se aparecían de noche y al filo de la madrugada a todos aquellos vecinos que transitaban por Fiñana y por otros municipios limítrofes de la zona.
La leyenda se alimentó a raíz del terrible accidente ferroviario que se produjo hace hoy ochenta años, al impactar frontalmente dos convoyes de mercancías falleciendo diez operarios de estos trenes en el acto. Tras el accidente que conmocionó a toda la provincia. se dijo entonces que los cadáveres a consecuencia de un fuerte temporal de viento y lluvia que se proprovincia longó durante varios días y la salida de varias ramblas, provocaron que los cuerpos sin vida de las victimas estuviesen hacinadas en una de las habitaciones de la estación fiñanera utilizada como almacén. Los veinticinco vagones que sumaban los dos trenes de mercancías, quedaron totalmente destrozados y durante un par de días se trabajó activamente para la extracción de los cuerpos destrozados entre un amasijo de maderas, hierros y chapas sin poder darle sepultura por las duras condiciones meteorológicas que se venían dando. Hay que recordar, que durante el pasado siglo XX en nuestra se vivieron varias catástrofes ferroviarias.
Unos meses antes el 15 de octubre de 1943, el convoy Linares-Almería descarriló, según se dijo por un problema mecánico entre las estaciones de Moreda y Pedro Martínez y tres vagones de pasajeros de tercera clase, al salirse de las vías, se precipitaron por un barranco de unos veinte metros de altura cayendo en el lecho de una rambla. Murieron una veintena de personas en su mayoría hombres jóvenes nacidos en Almería y se contabilizaron más de un centenar de heridos.
Quince años antes hubo otro caso parecido. El accidente ocurrió minutos antes de la una de la tarde del 25 de mayo de 1927. El tren correo numero 2 acababa de salir de la estación de Pulpí con destino a la localidad murciana de Águilas. Los familiares de los viajeros que habían acudido a despedirles advirtieron aterrorizados como nada más tomar la salida el convoy y haber recorridos apenas unos doscientos metros, observaron como a lo lejos y por la misma vía, desde una pronunciada pendiente, bajaba un tren mercancías de los llamados popularmente “yankis” procedente de Almendricos, que descendía a una velocidad inusual y que minutos después pasó por la estación como una exhalación estrellándose frontalmente contra el tren correo. Se consideró por parte de las autoridades provinciales y el juzgado instructor del caso que en esta terrible catástrofe de Pulpí murieron alrededor de unas veinte personas.
Pero, aunque queda otro espeluznante caso, quizás este, el más grave. Más de un centenar de personas murieron y unas cincuenta resultaron heridas de carácter grave, fue el trágico balance de un violento y espectacular accidente ferroviario ocurrido por un fallo humano la noche del 15 de noviembre de 1945 entre las estaciones de Fuente Santa y Gérgal al chocar frontalmente un tren de mercancías y un tren correo cuando ambos circulaban en la misma dirección. A la una menos diez de la madrugada, a unos dos kilómetros de la estación de Gérgal el tren expreso se encontraba en un tramo de pronunciada pendiente y especialmente de trazado dificultoso conocido como la Trinchera de Zamora. En el tren correo viajaban alrededor de unas trescientas personas. Su velocidad dada la orografía del terreno y el trazado de la vía, superaba ligeramente los sesenta kilómetros por hora.
Casi al mismo tiempo, el tren de mercancías, que había salido de Almería formado por dieciséis unidades, entró en dirección contraria en el mismo tramo. Al instante se produce un tremendo estruendo. El tren correo y el convoy de mercancías chocaron violentamente sin que los respectivos maquinistas pudiesen hacer algún tipo de maniobra para evitarlo. Esta catástrofe figura en los anales ferroviarios de Almería como la mas grave de toda la historia de la provincia.