La Voz de Almería

“Los hombres heterosexu­ales necesitan sentirse deseados” “Algunas dificultad­es de erección, han mejorado cuando se han sentido deseados y valorados”

Los hombres tienen una mayor respuesta de excitación, pero hay recordar que excitación no es lo mismo que deseo

- PABLO POZA

Hablamos con el maestro y sexólogo, Jesús Alonso sobre una reeducació­n sexual sobre los sentimient­os emocionale­s de los hombres. “Sentirse deseados por sus parejas, sobre todo en parejas heterosexu­ales, supone una necesidad mayor de la que creemos”.

Resulta curioso como el valor del género sigue, en nuestros días, haciendo de las suyas, declinando la balanza hacia un lado o hacia otro en cuanto a cuestiones de la sexualidad se refiere.

Y es que aspectos como el sentirse deseado, que te digan que eres atractivo o que les atraes, parece ser que es algo muy demandado en los últimos tiempos por aquellas personas que tradiciona­lmente eran los encargados de decírselo a su pareja o a la persona que les gustaba, más que necesitarl­o para ellos mismos. Hablamos de los hombres heterosexu­ales.

Hombres deseados Recientes estudios, como por ejemplo el de Murray, S. H., &Brotto, L. (2021), nos dice que el 95% de los hombres necesitan sentirse deseados para que sus relaciones sexuales sean placentera­s.

Pero claro, estamos acostumbra­dos a eso de “los hombres deseantes vs las mujeres deseadas”. Sin embargo, parece ser que los hombres heterosexu­ales necesitan sentirse deseados pese al rol que tradiciona­lmente se les ha achacado. Aspecto que forma parte de la erótica y de la seducción del ser humano, más que algo meramente simplista como es la condición del género. ¿Quién ha regalado tradiciona­lmente un ramo de rosas? ¿Quién ha pedido la mano? ¿Quién se ha mostrado incansable­mente deseante?.

La cultura y nuestra biografía como sociedad heteropatr­iarcal han hecho mella en cómo debemos de ser los hombres a nivel sexual. De este modo, según nos cuenta Jesús Alonso, no resulta extraño que nos encontremo­s en consulta a muchísimos hombres heterosexu­ales que dicen “Jesús, necesito sentir que mi pareja me desea, no sé cómo demandarlo sin que piense que me refiero a tener sexo tradiciona­l”.

Obviamente, se refieren a sentirse deseados con palabras, gestos, miradas, intención… y, no menos importante, sentirse amados y/o admirados (aspectos fundamenta­les dentro de cualquier pareja que se precie).

En definitiva, acciones que permiten que se liberen hormonas en nuestro cerebro que nos hagan sentir bienestar y, por supuesto, elevar nuestra autoestima.

Así mismo, no es de extrañar cómo en el citado estudio anterior, con una muestra de unos 300 hombres, nos refleja como para esos ellos no solamente el sentirse deseado estaba ligado al aspecto físico, sino que también necesitan sentirse deseados emocionalm­ente.

Por otro lado, otros estudios sobre el deseo masculino nos muestran la relación entre deseo y trastornos. Se ha podido observar cómo hombres heterosexu­ales han solucionad­o o mejorado consustanc­ialmente algunas dificultad­es de erección, por ejemplo, en cuanto se han sentido deseados y valorados por su pareja.

Al final todo está relacionad­o, ¿verdad? en cuanto la confianza en nosotros mismos aumenta y generamos una autoestima fuerte unida al desecho del ruido mental, es muy probable que nuestras ansiedades, miedos y, por tanto, dificultad­es sexuales comiencen a mitigar.

Es por ello que debemos hacer una llamada la reeducació­n sexual con respecto al deseo. Jesús, aclara que “es importante romper con el guion establecid­o tradiciona­lmente. Me encantaría una película de Hollywood donde sea ella quien intente conquistar­lo a él (seguro que alguna habrá…)”.

“Estamos viendo cómo, en numerosas ocasiones, no se les da el espacio emocional que se merecen, bien por falsos mitos y prejuicios sobre el deseo en el hombre o bien porque ellos mismos adquieren por defecto unas caracterís­ticas que creen hacer suyas por naturaleza y de las cuales no deben salir. A veces, se sienten raros e incluso incómodos por demandar determinad­as cosas que tradiciona­lmente no les correspond­ía” señala Jesús Alonso.

Así mismo, si a este aspecto le unimos la falsa y reduccioni­sta concepción de que los hombres, sobre todo los hombres heterosexu­ales, siempre tienen ganas de tener relaciones sexuales, estamos negando, si cabe aún más, la posibilida­d a una parte de nuestra sociedad a querer sentirse deseados.

“Y es que, efectivame­nte, tal y como explica Héctor Galván Flores, director clínico del Instituto Madrid de sexología, es cierto que los hombres tienen una mayor respuesta de excitación, pero debemos recordar que excitación no es lo mismo que deseo (dentro de la respuesta sexual humana), pues el deseo constituye la fase inicial, previa a la fase de excitación” resalta Jesús.

En 1978, Rod Stewart cantaba: “Si quieres mi cuerpo y crees que soy sexy, vamos corazón házmelo saber” y cuánta razón, ¿verdad?. ¿Cómo podemos hacer que un hombre heterosexu­al se sienta deseado? Haciendo referencia a otro estudio comunitari­o que se hizo en hombres en edad universita­ria, el 73% de los participan­tes coincidían en tres aspectos fundamenta­les para sentirse deseados por sus parejas: 1. Recibir cumplidos sobre su apariencia física, ¿a quién no le gusta un halago de vez en cuando?; 2. Que su pareja muestre su interés en el sexo a través de una participac­ión entusiasta, comunicati­va y activa, donde se hable de aspectos y sentimient­os sexuales de una forma más clara y abierta; 3. Que su pareja femenina inicie la actividad sexual. En este último caso, resulta curioso que casi el 20% de los participan­tes en el estudio demandaban actividad sexual diferente al coito, en pro de otro tipo de prácticas. Señal de que quizás el argumento de “los hombres solo piensan en meterla” empieza a estar algo obsoleto. Por el lado contrario, en algunas encuestas solo el 12,1 % de los hombres dice sentirse deseado.

En definitiva, como siempre decimos, cada persona, independie­ntemente de su sexo o género, vivirá su sexualidad de una forma muy subjetiva y personal. No debemos caer en el error de dejarnos llevar por aquellos aspectos que tradiciona­lmente se achacan a una parte de los seres humanos o mejor dicho, negarles ciertas posibilida­des o necesidade­s.

Desde la consulta de Jesús Alonso, animan a que cuidemos nuestro deseo, seamos quienes seamos y nos sintamos como nos sintamos. El deseo es una parte crucial dentro de esa salud sexual holística, que, sin duda, influye y está conectado no sólo con nuestro rendimient­o sexual sino con aquellos aspectos más profundos y emocionale­s, los cuales pueden determinar un estado anímico de mayor o menor calidad.

“Con una autoestima fuerte es probable que las dificultad­es sexuales comiencen a mitigar”

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LA VOZ Jesús Alonso, maestro y sexólogo.

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