Maldito 2024
Los temores se imponen a los deseos respecto a lo que trae en el zurrón el recién estrenado 2024. Lo siento, pero todas las extrapolaciones del venidero laberinto de variables nacionales e internacionales nos ponen delante de los ojos un horizonte pesimista.
Empezando por las nacionales: Los factores de implosión en la amalgama de fuerzas en las que descansa el triunfalismo de Pedro Sánchez (véase su carta de fin de año a los militantes del PSOE) nos remiten a dos verificables datos de la realidad. Uno, el carácter voluble del propio presidente del Gobierno. Y otro, las tres fracturas latentes y no tan latentes de dicha amalgama: la socialista (de Sánchez a García Page) la independentista (derechas de PNV-Junts frente a izquierdas de Bildu-ERC) y, en fin, la de la izquierda populista (“Sumar” balcanizada y la reciente emancipación de Podemos).
Tampoco se avecinan días de vino y rosa en el tablero internacional que va a ser zarandeado por los procesos electorales en medio mundo, aunque, por la cuenta que nos trae a los españoles, importan más los de la UE (junio) y EE. UU. (noviembre). En ambos late un asunto de fondo: el futuro de la Democracia, amenazada por las tesis populistas que se alimentan de pulsiones radicales, xenófobas y autoritarias. Nos jugamos el destino del llamado mundo civilizado (democracia, ley y derechos humanos). Incluso el del otro, donde reinan las teocracias como la iraní (presente en el activismo armado de Hamas, Hezbolá y huties) o nacionalismos emergentes como el de India (sumados al ruso de Putin, que ralentiza la cercana guerra de Ucrania a la espera de que el nacionalista Trump vuelva a la Casa Blanca). El maldito 2024 también acarrea problemas de kilómetro cero para los españoles, cuyo inmediato horizonte político viene asimismo marcado por las citas electorales de Galicia, País Vasco, Europa y tal vez Cataluña. Todos reflejarán los ya mencionados factores de implosión del tablero, a los que añado el hecho de que la gobernabilidad del Estado depende de fuerzas que aspiran a reventarlo.