Sobrevivir una semana dentro de un pozo seco en Mojácar
Este frio 31 de marzo de 2006, poco después de las cinco y media de la tarde fue encontrado con vida en el interior de un pozo seco de casi treinta metros de profundidad el joven de Mojácar, David López de 30 años que se encontraba desaparecido desde la noche del día 23 en este municipio después que saliese de su casa, para irse de acampada a la barriada de La Alcantarilla donde había quedado con unos amigos para pasar una animada velada y que se quedaron esperándole. Ocho días estuvo el desdichado muchacho sobreviviendo en el interior del pozo a donde se cayó hasta que fue rescatado por los efectivos del parque contra incendios de Turre. El lugar donde se produjo el incidente fue una zona de complicado acceso situada a la altura del kilómetro 2.800 de la carretera local AL-151 que une la localidad de Alcantarilla con Turre, un punto muy cercano del lugar donde los amigos del joven iban a hacer una acampada. El muchacho, pese a que conocía bien la zona, hizo un largo rodeo para sorprender a los amigos, con tan mala fortuna que en la oscuridad de la noche cayó en un pozo, salvando la vida milagrosamente.
Durante más de una semana, la Guardia Civil, la Policía local, familiares, amigos y vecinos del desaparecido rastrearon y “peinaron” toda la zona tratando de encontrar alguna pista o dato que facilitase su localización mientras la angustia y la tensión iba creciendo vertiginosamente entre la inquietud familiar.
Después de ocho días, el joven fue hallado consciente por dos motoristas de la Policía Local de Mojácar, fuera de servicio, a quienes el angustiado muchacho al oír de sus voces, les pidió retiradas veces agua para beber. Los policías, al escuchar los ruidos se acercaron al pozo de dónde procedían, tranquilizando al muchacho al tiempo que de inmediato cursaban aviso al servicio de emergencias del 112 activándose todos los mecanismos de auxilio. En los primeros momentos acudió un médico del centro de Salud de Mojácar y una ambulancia medicalizada escoltada por la Policía Local para conducirlos hasta el lugar donde se produjo el accidente.
Después de más de dos horas de laborioso trabajo y con extremadas dificultades el joven pudo ser finalmente izado a la superficie por los bomberos en una camilla. Con visibles muestras de emoción agradeció a todos su intervención viviéndose momentos de gran emoción entre los asistentes a su rescate, muchos de lo cuales no daban crédito a que después de tantos días sin beber agua, ni tomar alimento alguno y pese a las lesiones sufridas en la caída estuviese aún con vida. El muchacho presentaba un cuadro de deshidratación, hipotermia y múltiples fracturas, erosiones y magulladuras y aunque su estado era grave en ningún momento se temió por su vida.
Tras ser calmado y estabilizado por el personal sanitario, unas dos horas y media más tarde, alrededor de las ocho y media de la tarde fue trasladado en ambulancia hasta el hospital comarcal de La Inmaculada de Huércal Overa donde quedó ingresado. Durante las primeras horas de la noche fue sometido a distintas exploraciones y pruebas médicas para evaluar su estado de salud y una vez superada la situación, fue trasladado a planta donde se recuperó rápidamente. La aparición con vida del muchacho fue acogida con grandes muestras de alegría, lógicamente entre sus familiares y amigos, así como en todo el pueblo de Mojácar, La noticia de su hallazgo con vida después de pasar ocho días en el pozo fue noticia de alcance en todos los medios de comunicación del país.
Durante esos días de búsqueda numerosos agentes de la Guardia Civil con la ayuda de los perros adiestrados procedentes del Servicio Cinológico de Sevilla, Protección
Civil y efectivos de la Policía Local de Mojácar, intervinieron junto a familiares y amigos en la búsqueda del muchacho. El pueblo entero se había volcado en la búsqueda del muchacho.
Indiquemos que David López Segura salió de su domicilio ubicado en las inmediaciones del campo de fútbol de Mojácar a primeras horas de la noche del pasado día 23 de marzo y su intención era ir hasta la barriada de La Alcantarilla a unos cuatro kilómetros del núcleo urbano para pasar el Día de la Vieja, donde le esperaban sus amigos y a donde no llegó.
Pasadas las primeras veinticuatro horas y al no tener noticias suyas los amigos ni la familia, angustiados por su desaparición se puso su ausencia en conocimiento de la Guardia Civil denunciando formalmente su desaparición. Esta petición de unirse a su búsqueda fue difundida a través de los medios de comunicación de Almería. Una historia intensa y dramática, que habrá dejado profundamente marcado al joven muchacho, pero que, gracias a Dios, a pesar del sufrimiento vivido ha podido contarlo.