Almería, pionera en el aprovechamiento de agua regenerada hace ya treinta años
Las obras impulsadas por la Junta de Andalucía y Sogesur (hoy Aqualia) se utilizaron para regar la Vega
La fuerte apuesta que se está realizando por parte de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta por el aprovechamiento de las aguas residuales, una vez depuradas y ser sometidas a tratamientos terciarios, tienen un claro precedente en Almería.
Hace más de tres décadas se puso en marcha un proyecto, liderado por la Junta andaluza y por la empresa Sogesur (hoy Aqualia), permitió que las aguas depuradas de la capital, en torno a los 18 hectómetros cúbicos anuales, fueran tratadas en la planta de ozonización construida al norte de la barriada de La Cañada, para ser posteriormente destinadas a revitalizar los regadíos de la Vega almeriense.
Hito histórico Aquel proyecto, que fue liderado por el entonces técnico y posteriormente gerente de Sogesur y Aqualia durante casi dos décadas, Eduardo del Castillo, y el ingeniero de la Junta Carlos Alonso, se puso en marcha por el interés del grupo francés Compagnie Generale del Eaux, cuyos responsables vieron las posibilidades de prestar apoyo a una zona en la que la agricultura intensiva ganaba peso con rapidez.
La compañía gala apostó por Almería aprovechando que era la empresa líder en procesos de ozonización y, con ello, convirtió a la provincia en el primer punto de España y Europa en el que las aguas residuales se podían utilizar para el riego.
Inicialmente se utilizaron para ello las aguas de la depuradora de Costacabana y sobre el año 1996 se incorporaron las aguas procedentes de la nueva depuradora construida en El Bobar. Ese agua se elevaba hasta la planta de ozono y, desde allí, se distribuía a unas tres mil hectáreas de cultivos que se desarrollaron durante los años siguientes, el germen del desarrollo hortofrutícola en la Vega del Andarax.
Las recientes noticias sobre la utilización de aguas regeneradas que se podrán obtener con el tratamiento de las aguas de las depuradoras del Poniente, vienen a poner en valor aquel proyecto que, realmente, fue el primero de estas características en dar servicio a los regantes almerienses.
Los actuales planes contemplan una producción de agua regenerada de 14 hectómetros cúbicos, pero aquellas primeras instalaciones permitieron dar salida a los cerca de veinte hectómetros cúbicos de las aguas de la capital.
Fue la primera planta de ozono y fue impulsada por el grupo Compagnie Generales des Eaux