Medina canta lejos: la maquinita se está cargando el fútbol
Cuesta mucho dormir después de una injusticia y toda la impotencia que genera. También es duro levantarse siendo el equipo de tu tierra el último de Europa sin ganar un partido. Vale, nada que celebrar pero un poco de dignidad y que viva el fútbol de antes porque las nuevas tecnologías se lo están cargando. Entiendo que hay que pagar el VAR entre todos y a los árbitros que cobran por ello pero que siga habiendo un árbitro en el campo y no dirija los encuentros el que está metido en la sala. Conozco a Medina Cantalejo y hemos hablando un par de veces en las Asambleas de la RFAF creo que nos presentó Nicolás Uclés (q. e. p. d.) y por allí rondaba Fernández Borbalán. Él no se acordará de mi (ni falta que hace) pero me pareció un hombre extraordinariamente preparado. Íntegro y honesto. Era árbitro en la recta final de su carrera y Almería estaba presente en nuestra conversación. Tengo claro que quiere lo mejor para el CTA (Comité Técnico de Árbitros) y para nuestro fútbol pero que se mire lo que sucedió en el Bernabéu porque le ayudará a crecer. No habrá mucho ruido porque el perjudicado no es un equipo grande pero apelo a su honestidad para que le de un tirón de orejas a Hernández Hernández por anular el protagonismo del árbitro del partido Real Madrid-Almería. No puede estar contento Medina Cantalejo porque canta muy lejos de su entorno todo lo que sucede en los terrenos de juego tan pendiente de esa maquinita que le está quitando toda la esencia al llamado balompié. cada invento y cada regla nueva es un paso atrás. Al menos la mayoría de los aficionados así lo vemos porque el fútbol no es baloncesto. El Carrusel Deportivo de la Provincia de Almería era un clamor. Unos con comentarios comedidos y otros con la lengua suelta porque el Almería clama justicia por las tres llamadas del VAR para que el pez grande se coma al chico. No somos el Real Madrid ni se pretende pero la maquina la pagan por igual grandes y pequeños de nuestro fútbol. Todos pagamos impuestos. El presidente de los árbitros no puede estar contento.