Marítima regresa al escaparate hostelero con un cambio de rumbo
El restaurante remodela sus instalaciones e incorpora comidas caseras en el bar y en la terraza
El restaurante Marítima regresa al escaparate con un nuevo cambio de rumbo con el que busca abrirse un hueco en el sector almeriense de la restauración. Después de varias etapas apuesta por su apertura total a la ciudad y al puerto de la capital, del que forma parte.
Su gerente, Zhor Abbouan Zaroili, explica a LA VOZ que no solo se han remodelado sus instalaciones sino que se adentran en una nueva fase, “ilusionante para nosotros”, que supone no sólo mantener la carta de especialidades, sino incorporar las comidas caseras en la zona de bar, ubicada en la planta baja y la terraza frente al mar.
Cocina tradicional Esos platos tradicionales de la cocina almeriense, elaborados por el chef Juan Francisco Fernández del
Pino, abarcan desde las migas al pimentón, arroces, fideuá, lentejas o cocidos, se ofrecen como tapas a quienes busquen un lugar plácido frente a la gran dársena portuaria de Almería.
Para los responsables del restaurante, el mejor ‘secreto’ de la cocina de Marítima “es la calidad en todos los productos que utilizamos, desde los pescados de nuestros mares a las hortalizas, las frutas y carnes seleccionadas”, señalan.
Instalaciones Marítima aporta además una de las instalaciones más sorprendentes en el panorama de la hostelería almeriense.
Un edificio situado junto a la estación marítima del puerto, con dos plantas circulares para comedores y un mirador en la planta más elevada, una pequeña terraza que ofrece unas fantásticas vistas panorámicas del puerto y del mar.
Relanzamiento Por su vocación internacional, el restaurante Marítima se ha decidido incorporar algunas especialidades típicamente morunas, como los pinchos o el cous cous, pensando en la época de verano, cuando la Operación Paso del Estrecho atrae hacia Almería a numerosos magrebíes que viajan hacia sus lugares de origen para pasar las vacaciones.
Zhor Abbouan confía en que este relanzamiento sea el definitivo, una vez que se han ido superando las dificultades por una ubicación que, siendo atractiva, ha tenido siempre el problema de los accesos, que han de realizarse por las dos entradas habilitadas para llegar al corazón del puerto de la ciudad.