La campaña horrible del Almería: mala suerte, VAR y falta de nivel
Tres entrenadores, competir sin resultados y errores garrafales sentencian al proyecto más ambicioso
Sofá, bolígrafo, papel, y a apuntar todo lo que le ha venido ocurriendo al Almería en su temporada horrible. Basta con poco más de media hora para sacar algunas conclusiones de un curso donde los rojiblancos van a batir todos los récords negativos salvo que la situación cambie en las próximas semanas. El proyecto más ambicioso va camino de Segunda a pesar del enorme desembolso -52 millones- por parte del club rojiblanco.
En este análisis hay espacio para todo y todos: desde la recurrente mala suerte, las lesiones, el VAR, y también la falta de nivel en algunos momentos.
Vicente Moreno Empezó con un Almería que regaló dos penaltis al Rayo Vallecano en un parpadeo. Irte 0-2 al descanso en Primera significa haber entregado plato y cuchara. Contra el Real Madrid no aparecen de bulto salvo que Bellingham marca el 1-2 libre de marca en el área. Frente al Cádiz se quedó con diez por expulsión de Édgar y el rival lo aprovechó para marcar a balón parado.
Ante el Celta comenzó la psicosis. El Almería cae 0-2, logra igualar la contienda con goles de Akieme y Arribas, pero perdonan en el mano a mano con el portero rival tanto Koné como Arribas. Del 3-2 se pasó al 2-3. En Villarreal más de lo mismo; el equipo desperdicia oportunidades clarísimas, como la de Ramazani, y Sorloth marca en el descuento para darle el triunfo a su equipo. Con el Valencia lo tuvieron Suárez y Arribas, y los visitantes se llevaron un punto. En la despedida de Moreno el Almería ni compareció en Sevilla cayendo por 5-1.
Alberto Lasarte Se encontró con un vestuario hundido y bastante tuvo en una semana intensa. El Almería golea 3-0 al Granada en el descanso y termina empatando a tres. Arribas lanza al poste, lo mismo que Carreras en la última acción. Esa tarde se lesionó Suárez.
En San Mamés no hubo ninguna opción para hacerle daño al Athletic y para colmo unos días después Koné se fracturó el tobillo con Mali. Los rojiblancos llegaban a otro parón internacional sin delanteros, sin victorias, y buscando un enerrores trenador que pudiera revertir una dinámica negativa y sin delantero centro.
Gaizka Garitano Debuta en Girona y ve cómo su equipo se pone 0-2 y se diluye al primer contratiempo. En apenas diez minutos el rival le da la vuelta al marcador y gana de goleada por 5-2. Frente a Las Palmas Ramazani logra pescar un gol de la nada, que era el empate, pero se va al limbo por culpa de una falta de comunicación entre Mendes y Montes, dejando la pelota a los pies de Kaba que supera a Fernando en el descuento.
Con el Alavés la derrota llegó de estrategia, tocando el balón hasta cuatro veces dentro del área. En Getafe la ventaja del 0-1 de Ramazani tuvo que ser ampliada por Baptistao, perdonando a pocos metros de David Soria. Los azulones ganaron 2-1.
Ante el Real Betis un empate sin goles inexplicable. Ocasiones por doquier, en especial una de Baptistao que remata al portero Silva cuando ya se cantaba el 1-0. En el Metropolitano se pagó no entrar al partido hasta el minuto veinte. Darle dos goles al Atlético de Madrid es demasiado. Con el Real Mallorca el equipo no dio la talla y empató a cero. Terminó el año perdiendo con el Barça (3-2), tras de un saque de esquina inexistente.
Se dejó llevar contra Sevilla y Athletic en la primera vuelta, curiosamente los partidos previos al cambio de técnico
Al escándalo frente al Real Madrid por el arbitraje se unen fallos en área rival que no son propios de la categoría
El año Poco han cambiado las cosas más allá de “competir”. Osasuna gana sin muchas complicaciones; el Girona se salva por la falta de puntería local -Arribas y Embarba se estorban con todo a favor-, y contra el Real Madrid los árbitros cambiaron la dinámica pitando penalti cuando había falta previa y una mano de Vinicius dada como hombro. El Alavés vence 0-3 con tres disparos; en Valencia Melero manda a la grada el 0-1 para el Almería; Milovanovic hace lo propio frente al Athletic y en Granada dos goles anulados y dos mano a mano de Pozo que no entran. Un suplicio de Liga.