Sentimiento en el emotivo pregón de una madre y una hija
Organizado por la Real, Ilustre y Antigua Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores
Garrucha celebró con gran solemnidad el XX Pregón oficial de Semana Santa, marcando así el inicio de la esperada semana de Pasión, Muerte y Resurrección en la localidad garruchera. El escenario escogido para esta emotiva ocasión fue el Templo Parroquial de San Joaquín, donde las pregoneras designadas fueron Maribel Giménez Morales, delegada de culto de la hermandad organizadora, y su hija Mari
Loli García Giménez.
Este año, la organización del pregón recayó en la Real, Ilustre y Antigua Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, una tradición que cada año encomienda la tarea a una de las dos hermandades o cofradías de Pasión de la localidad.
La ceremonia comenzó con la Santa Misa, cantad por la Coral Virgen del Carmen, seguida por la presentación de las pregoneras a cargo de la secretaria de la hermandad, Alba Olmo Casais. En su discurso, se resaltó el profundo espíritu cofrade y religioso que caracteriza a ambas mujeres.
Las pregoneras, una vez agradecido el hecho de que hubiesen pensado en ellas para este vigésimo pregón, realizaron la lectura del mismo llenando el templo de devoción, religiosidad, emoción y originalidad, ya que es la primera vez que una madre y una hija se encargaban de ese honor de pregonar la Semana Santa de la localidad. Un pregón en el que se mezclaron la poesía y la prosa y en el que se vio el espíritu cofrade y religioso de ambas pregoneras, haciendo alusión a las imágenes titulares de las dos hermandades o cofradía de pasión que hay en la localidad.
Un pregón lleno de reminiscencias y vivencias del recorrido cofrade de cada una de ellas, con una madre que ha participado en muchos aspectos en la hermandad, bracera, dirigiendo a otras braceras después y poniendo en valor el papel de las mujeres a la hora de portar las distintas imágenes, y con un gran bagaje como catequista.
Y una hija que a su lado ha sabido impregnarse de ese sentir cofradiero y religioso.
Anécdotas Hubo momentos para las anécdotas, recuerdos a familiares y recorrido por los distintos día de esa semana grande para los cristianos. Ambas han vivido la historia de la hermandad formando parte de su propio crecimiento.
Madre e hija finalizaban con una poesía al unísono y comentando que van a seguir trabajando por ese mundillo de la religiosidad popular y en las actividades propias de la parroquia, siempre con devoción e intentando transmitir de la mejor manera posible esas vivencias y ese trabajo a muchos más cofrades.