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Al frente de la asociación nacional
El carácter referente del Grupo Calvo en el sector acaba de ser refrendado con la elección, además de manera unánime, de su consejero delegado, Mané Calvo García-Benavides, como presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescado y Marisco (Anfaco).
El directivo reflexionaba estos días en La Voz sobre los retos y las perspectivas que tiene el sector, tanto respecto al impacto de la pandemia del coronavirus, como de los marcos regulatorios nacionales e internacionales a los que tiene que adaptarse la actividad. Por una parte, destacaba la capacidad de resistencia que han tenido las empresas en una situación particularmente complicada y, por otro, hacía un llamamiento a la «unión total» para afrontar los próximos años.
Mané Calvo explicaba que una de sus metas fundamentales desde Anfaco es que los asociados de toda España se puedan presentar ante la Unión Europea con una sola voz, por ejemplo en cuanto a afrontar el nuevo reglamento europeo del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP), además de hacerle ver a las instituciones la importancia que tiene en cuanto a generación de actividad económica y de empleo el complejo mar-industria, sobre todo en temas tan sensibles como el proyecto de Ley de Cambio Climático. Considera que la incertidumbre jurídica generada ha podido frenar inversiones y, por tanto, lo que precisan son marcos regulatorios claros en los que no se pierda de vista la relevancia que tienen las autorizaciones de ocupación del dominio público marítimo terrestre para garantizar la pervivencia de actividades que están muy arraigadas en el territorio y de las que depende la principal fuente de empleo de algunas zonas.
A corto plazo el directivo está convencido de que el sector mantendrá unas perspectivas favorables, porque si bien ha sufrido con el cierre prácticamente total de los canales de hostelería por la crisis del coronavirus ha crecido en el sector detallista y funciona ya prácticamente con normalidad. Ahora bien, de cara al futuro más o menos inmediato lo que más le preocupa es que se puedan garantizar «unas mismas reglas de juego para todos los operadores» a nivel internacional. La Unión Europea debe garantizar que los productores locales no parten en desventaja respecto a las importaciones de terceros países que operen con condiciones diferentes.